
María Guardiola ha tomado posesión como presidenta de la Junta de Extremadura en un acto solemne celebrado en el Museo Nacional de Arte Romano, como así lo hizo el anterior presidente popular, José Antonio Monago. Durante su intervención, apostó por liderar un mandato sereno alejado de los enfrentamientos, destacando su "compromiso para que la palabra se eleve a los gestos". Así mismo destacó que "debemos creer en una tierra mejor" porque ese el camino que lleva al progreso, porque "sólo se progresa cuando se piensa en grande.
Destacó que no hay "un músculo mejor que la esperanza" para lograr mejoras en infraestructuras, sanidad, dependencia, educación, agricultura o empleo, para avanzar con confianza y orgullo.
Ha destacado que trabajará para la región tenga al mejor ejecutivo que pueda tener para que la "escucha" sea un sello de identidad, porque el futuro se construye clavando "los pilares en el suelo". Un ejecutivo del que se conoce que una consejería será gestionada por Vox, la de Gestión Forestal y Mundo Rural, según el acuerdo de gobernalidad firmado entre el PP y Vox para gobernar en Extremadura.
Afirmó que hoy es uno de los días "más felices de su vida", porque ha recibido la confianza de los extremeños, por lo que ha prometido 4 años de trabajo, de exigencia, de ilusión y responsabilidad, porque como bien ha destacado "estos 4 años le pertenecen a esta tierra".
Ha afirmado que las puertas y ventanas de su despacho estarán "abiertas" para que entre la luz, siendo un "zaguán" que comunique a la Junta de Extremadura con la calle.
Tuvo palabras para todos los extremeños que han tenido que emigrar de la región, a ellos les dijo que "piensa en ellos" porque Extremadura es corazón y es inmune a los kilómetros, diciéndole que Extremadura siempre será suya y que ojalá puedan volver.
El presidente saliente, Guillermo Fernández Vara quiso darle la bienvenida a María Guardiola, recibiendo este acto con agrado porque es lo que resulta de la democracia, trasladándole unas palabras de cariño.
Destacó que en 1983 Extremadura tenía un sueño, en referencia al inicio de la autonomía, y ese sueño destacó "lo hemos conquistado entre todos".
María Guardiola se ha convertido hoy en la cuarta presidenta de la región, siendo la primera mujer.
El PP consiguió en las pasadas elecciones del 28 de mayo 28 escaños, empatando con el PSOE, y aunque se hizo con menos votos que su rival Guillermo Fernández Vara, ha conseguido formar Gobierno con Vox. Desde que se anunciara el cambio en Extremadura hasta su investidura han sido unas semanas muy difíciles para la popular, ya que como bien ella mismo ha explicado, ha recibido insultos personales ante los cuales "lo más fácil hubiera sido irse", pero decidió retomar las negociaciones con Vox para alcanzar la mayoría absoluta en su investidura del pasado viernes.
Guardiola nació un 5 de diciembre de 1978, está casada y es madre de dos hijos, es Licenciada en Administración y Dirección de Empresas y Diplomada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Extremadura. Es funcionaria de carrera, titulada superior economista de la Junta de Gobierno.
Dio el salto a la primera fila de la política autonómica siendo concejala del Ayuntamiento de Cáceres, entre 2015 y 2019 fue la concejala de Economía, Hacienda, Transparencia, Innovación y Desarrollo Tecnológico en el consistorio cacereño.
Los desafíos del nuevo Gobierno
Estos últimos años han sido fundamentales en el desarrollo socioeconómico de la región, con la llegada de grandes inversiones y manteniendo cifras récord en materia de creación de empleo. En estos momentos hay 77.248 desempleados, pero en los últimos años la tendencia del paro ha sido claramente descendente gracias a los nuevos proyectos industriales emergentes. No en vano, el anterior presidente, el socialista Guillermo Fernández Vara, anunciaba que la región necesitará prepararse para los nuevos 30.000 empleos que van a crearse.
Pero Guardiola tiene un reto ante sí, consolidar las grandes inversiones que han ido anunciadas y a su vez trabajar por mantener el pequeño y mediano tejido empresarial, fundamentales en una región como Extremadura.
En su discurso de investidura, la bajada de impuestos y la reforma fiscal han sido fijados como dos de los grandes desafíos para su legislatura, a la vez que se ha comprometido a mantener los servicios públicos de calidad, puesto que, según afirmó, "a menor impuestos para los ciudadanos, mayor consumo, y mayor recaudación y dinamización".
Pero sin duda, la principal cuenta pendiente a la que se enfrentará Guardiola serán las inversiones en materia ferroviaria, que aunque en estos últimos años han acumulado más de 1.700 millones de euros, han sido insuficientes para que la alta velocidad llegue a la región. La nueva presidenta ha asumido este reto como propio, para que la región "tenga las infraestructuras que merece", y ha prometido pedir y reclamar en Madrid "lo que Extremadura necesita".