
El actual equipo directivo de la Cámara de Comercio de Barcelona, que renueva candidatura con el apoyo de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para optar a la reelección en las elecciones camerales convocadas para septiembre en Cataluña, reclama para el próximo mandato que la Generalitat y las grandes empresas incrementen su aportación a la entidad.
La presidenta de la Cámara de Barcelona, Mònica Roca, ha esgrimido que, como corporación de derecho público, realizan acciones de función pública en las que gastan entre 3 y 3,5 millones de euros anuales, mientras que la Generalitat solamente aporta unos 300.000 euros.
Por ello, están negociando con los partidos políticos catalanes para que la próxima Ley catalana de Cámaras de Comercio, pendiente de aprobación desde 2015, incorpore la obligación de la administración catalana de financiar estos gastos de función pública, lo que implicaría multiplicar por 10 la aportación actual.
Desde su candidatura, Eines de País Un Pas Més, se muestran confiados en que la nueva normativa autonómica podría ver la luz antes de acabar el año, si bien reconocen que este aspecto financiero es el principal escollo político, al que se suma la oposición de la patronal Pimec al nuevo texto por aspectos como la oferta de servicios privados y la representatividad institucional prevista para las cámaras.
Por otro lado, Eines de País también prevé recibir más ingresos de las grandes empresas que se vinculen con la Cámara de Barcelona. La ejecutiva actual ha aprobado minimizar para el próximo mandato el sistema de las denominadas sillas de plata, que eran 14 asientos en el pleno reservados para empresas de mayor aportación voluntaria, a partir de 75.000 euros anuales.
El pleno que surja de las urnas en otoño solo contará con dos asientos de pago, pero por el doble de precio, 150.000 euros anuales, y de momento no ha habido muestras de interés, aunque se prevé abrir un segundo periodo de adhesiones -de un máximo de seis meses- una vez se constituyan los próximos órganos de gobierno.
Algunas grandes empresas que hasta ahora ocupaban sillas de plata del pleno, como Banco Sabadell y Agbar, se han presentado a las elecciones para ocupar un lugar electo, según el listado de 112 candidaturas oficializadas para optar a 52 asientos elegidos por sufragio en la Cámara de Barcelona.
Otra opción dibujada por Eines de País es que las grandes empresas no electas se puedan convertir en socios institucionales a cambio de servicios exclusivos, como reuniones personalizadas con los órganos de gobierno y el gabinete de estudios de la entidad, o encuentros con otros directivos de compañías que forman parte de la Cámara. Pero a cambio deberán pagar 80.000 euros anuales.
Otra candidatura e independientes
Eines de País tendrá otra candidatura que le disputará el control de la Cámara de Comercio de Barcelona, y que se presentará el lunes. Ambas tienen perfil independentista, si bien la segunda se reivindica como más transversal, y tiene como cabeza visible a Josep Santacreu, exconsejero delegado de DKV Seguros. Y también hay empresas que se presentan a sus respectivos epígrafes en el pleno de forma independiente.
En cualquier caso, el vicepresidente de la Cámara de Barcelona y miembro de la lista de Eines de País, Toni Fitó, ha celebrado el interés por concurrir a las elecciones camerales y ha defendido "promover el debate entre candidaturas", ya sea generalista, territorial o sectorial, para animar a la participación en las urnas por parte de los empresarios.
Vínculos políticos
Ante los vínculos de la candidatura de Santacreu con ERC, y de Eines de País con Junts, Fitó ha reivindicado: "Nosotros venimos a hacer políticas económicas, no de partido".
El programa electoral de Eines de País Un Pas Més se estructura alrededor de seis ejes: sostenibilidad, digitalización, cohesión territorial, internacionalización, competitividad y smart Cambra, y entre sus propuestas estrella está la de crear una sindicatura empresarial, a modo de un defensor del pueblo para las empresas, que pueda mediar en favor del buen servicio de las administraciones públicas a los empresarios, si bien para ello necesita del apoyo de la Generalitat, hasta ahora no conseguido.
Gestión económica
Respecto a las pérdidas que arrastra la Cámara de Barcelona en el último mandato, Fitó ha reivindicado que el pleno aprobó presupuestos negativos durante la pandemia para ayudar a las empresas a hacer frente a los efectos del Covid-19, y que han realizado inversiones que permitirán a la entidad captar nuevos ingresos en el futuro.
Ha ejemplificado que las obras de reforma del edificio corporativo de la Diagonal de Barcelona lo han revalorizado en 14 millones de euros, de 46 a 60 millones, y tras mejorar también la Llotja de Mar y la sede de Vic, la explotación del patrimonio inmobiliario de la Cámara de Comercio de Barcelona reportará dos millones de euros anuales de ingresos adicionales a partir de 2024, según sus cálculos.