De acuerdo con un estudio que realizó en 2021 el fondo filantrópico Carnegie Corporation, el 42% de los niños con 10 años de edad ya tienen teléfono. Esta cifra aumenta hasta el 71% con 12 años, y al 91% con 14 años. Y para muchos padres, esta cuestión se plantea como un desafío, debido a una serie de dudas que se les pasan por la cabeza sobre la edad adecuada, la madurez o los controles de uso.
El director del Centro para un Internet Más Seguro de Reino Unido, Will Gardner, comenta: "Darle a tu hijo su primer móvil es un momento importante para muchos padres, así como una oportunidad para abordar el tema de qué uso le quieren dar, con qué frecuencia y qué expectativas tienes".
Y es que abordar el asunto pronto con los hijos puede ayudar a llegar a acuerdos y consensos con temas como la edad, así como la posibilidad de realizar alguna prueba previa.
¿Está preparado para su primer móvil?
Lo primero de todo es asegurarse de que el joven está preparado para poseer su propio teléfono móvil. Gardner comenta que la respuesta debe basarse más bien en su madurez, y no tanto en la edad. Por tanto, se ofrecen algunos planteamientos que pueden dar pistas para conocer cuál es la respuesta:
-¿Quién ha iniciado la conversación sobre el hecho de darle un móvil?
-¿Es una persona responsable? ¿Puede uno esperarse que cuide de su teléfono, así como de sus demás pertenencias?
-¿Qué beneficios tendría para él el hecho de dárselo, en torno a su seguridad o desarrollo social?
-¿Cómo de sensible es y cómo reacciona a las críticas?
-¿Cómo lleva el niño cuando se le plantean límites en las horas delante de una pantalla, o usando redes sociales?
La profesora de pediatría en la Universidad de Wisconsin, Megan Moreno, explica que: "La evidencia actual no muestra una edad específica en la que el móvil sea o no recomendable. Una aproximación basada en la trayectoria del niño será probablemente más útil para evaluar su interés y la preparación".
¿Qué puedo regalarle antes?
Existe la posibilidad de que, a ojos de sus padres, el niño no sea lo suficientemente maduro como para tener un 'smartphone'. Pero existen algunas alternativas más sencillas para satisfacer sus ansias. Un ejemplo sería un teléfono simple, o de los antiguos, pues permiten enviar mensajes y hacer llamadas, pero limitan las posibilidades de que use Internet u otras características propias de los teléfonos modernos. Algunos de ellos incluso no cuentan con estas funcionalidades
Por su parte, existen teléfonos inteligentes adaptados para menores de edad, como por ejemplo el Gabb Wireless. Este incluye cámara, GPS y algunas aplicaciones, pero no cuenta con otras características que puedan entrañar mayor riesgo, como la posibilidad de enviar imágenes por grupos.
También está el 'smartwatch', que por razones obvias hace más difícil que se extravíe o que se lo roben. El mismo ofrece funcionalidades como mensajear, GPS y ciertas 'apps'. Si nada de lo anterior convence a los progenitores, incluso puede prescindirse de otorgarle un dispositivo y optarse por que utilice el teléfono de los padres. Aunque no todos estarán dispuestos a hacerlo, esta opción permite un mayor control del uso, pudiendo establecerse límites de uso (solo a ciertas horas, días determinados, y en lugares concretos).
Ya tiene su propio 'smartphone'
Finalmente, puede que los padres se decidan a regalarle un 'teléfono inteligente', o quizás el niño ya lo posea. Pero aquí también es posible controlar o limitar su uso. Y es que existen aplicaciones específicamente diseñadas para limitar ciertas funcionalidades del teléfono del joven, así como para controlar el tiempo de uso. Aunque Moreno considera que es más importante tener esa conversación en la que se establecen las expectativas ya mencionadas.
Si se sospecha de un cambio de comportamiento del niño desde que este tiene su propio teléfono, Gardner aconseja comunicarle claramente al mismo que se le prestará todo tipo de apoyo siempre que lo necesite. "Tanto si están pasando más o menos tiempo de lo normal con el dispositivo, como ante cambios de carácter o en sus relaciones sociales, lo primero que debes hacer es afirmarle que estás ahí para ayudar, sin juicios de ningún tipo", comenta.