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Global Omnium se une a Anecoop para certificar la huella ambiental de los cultivos valencianos

  • También suma al Tribunal de las Aguas al proyecto HortiGo2
  • Medirán la huella hídrica y de carbono en varias zonas de regadíos
Un momento de la. firma del acuerdo
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El mayor exportador español de cítricos y uno de los principales comercializadores hortofrutícolas valencianos en toda Europa, la cooperativa de segundo grado Anecoop, y una de las entidades hídricas más antiguas del mundo, el Tribunal de las Aguas de Valencia, acaban de sumarse al grupo de ciclo integral del agua Global Omnium para poder certificar la huella medioambiental, tanto hídrica como de carbono, de los productos cultivados en varias zonas de regadío de Valencia.

Los tres socios desarrollarán el proyecto HortiGO2, que busca precisamente poder ofrecer una información veraz y garantizada a los consumidores interesados en conocer el impacto real de los productos que compran en el cambio climático, en este caso vinculados a la agricultura de la huerta valenciana.

Este proyecto tiene como objetivo la medición global de la huella hídrica y de la capacidad de absorción del CO2 gracias a la actividad agrícola desarrollada en las zonas regables de las Comunidades de Regantes de las Acequias de Rascaña, Casinos, San Pedro Apóstol de Godelleta, Llíria y Mislata.

El acuerdo permitirá compartir conocimiento y experiencia para desarrollar un modelo de etiqueta inteligente basado en normas y certificaciones bajo estándares europeos que garanticen la trazabilidad y rigor del impacto positivo de los productos, generando valor agregado para los consumidores. Una forma de contribuir tanto al mantenimiento demográfico de las zonas rurales, así como a la preservación del patrimonio natural y la biodiversidad porque "sin agricultura no hay solución", según Juan Luis Pozo, director de Sostenibilidad de Global Omnium.

Diferenciar la agricultura valenciana

El proyecto piloto también permitirá definir la capacidad real de la agricultura, "reduciendo las emisiones de CO2 y diferenciando nuestros productos en el mercado con una certificación externa" según dice Alejandro Monzón, presidente de Anecoop. La agricultura sostenible tiene un impacto positivo no solo en el medio ambiente, sino también en la economía local y puede impulsar el desarrollo económico en las áreas rurales.

La certificación de la huella de carbono será realizada por AENOR y el convenio garantizará la transparencia y el rigor de la medición.

La cooperación de Global Omnium con Anecoop y con el Tribunal de las Aguas en el proyecto HortiGO2 "va a poder monetizar y demostrar que la actividad agrícola es un ejemplo de sostenibilidad y responsabilidad ambiental y económica" según Alejandro Monzón, presidente de Anecoop. Una medida para ayudar a impulsar la agricultura sostenible y dar respuesta a la emergencia climática, garantizar la trazabilidad y el rigor del impacto ambiental de los productos agrícolas y la continuidad de las actividades económicas rurales.

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