
Heidi K. Gardner, experta laboral de Harvard y cofundadora de Gardner and Co., explica que de entre todas las cualidades negativas que ciertas personas pueden llevar a las oficinas, una en particular destaca por la facilidad con la que deteriora la confianza de sus superiores. Este rasgo, de acuerdo con la misma, se debe o bien a que no se puede confiar en el individuo, o bien a su falta de competencia.
Se trata de "atribuirse el mérito por las ideas o el trabajo de otros", comenta Gardner. Lo primero es que esto no es precisamente muy ético, y además da la impresión de que este empleado no respeta ni valora a sus compañeros. "Quizás son incapaces de ver cuánto valor aportan quienes están a su alrededor, y que también les puede beneficiar a ellos. Y es precisamente dicha incapacidad por reconocer el mérito ajeno lo que para mi se convierte en una importante señal de alarma".
A veces es algo involuntario
Pero la experta laboral dice que quizás este individuo no se de cuenta, a pesar de estar mostrando esta actitud. Por ejemplo, puede que acepte los halagos de su jefe por el buen trabajo que ha realizado el equipo, pero este finalmente no lo traslade a sus compañeros. Otro caso sería el de presentar una buena idea que salió tras una sesión de brainstorming con otros, pero sin mencionarles a la hora de detallársela al jefe.
Por supuesto, esto no significa que la persona en cuestión deba dejar de trabajar en equipo, sino que más bien se debe indicar el mérito que cada uno realmente tiene. Las consecuencias de no hacerlo se traducen en desconfianza hacia esta persona.
"Tengo que pensar que alguien no es un idiota para colaborar con él. Debo creer que cuando me cuestionen o desafíen será de una forma constructiva y con fines positivos. Y si alguien se intenta llevar el mérito ajeno por un trabajo o una idea, entonces ese alguien no será fiable en dicho sentido", argumenta Gardner.
Warren Buffett lo tiene claro
Para el famoso inversor Warren Buffett esto no es diferente. La fiabilidad de un trabajador es su rasgo más importante, de acuerdo con el discurso que el multimillonario hombre de negocios ofreció a la Universidad de Florida en 1998.
"Buscamos inteligencia, iniciativa o energía y finalmente integridad. Y si no se posee esta última, entonces las dos primeras son peligrosas, pues si vas a tener a alguien que no es de fiar, entonces prefieres que sea vago y tonto", argumentaba Buffett, hablando de los tres rasgos que busca tanto para un empleado como para un compañero de negocios.
Volviendo a Gardner, la experta asegura que una "colaboración inteligente" es la auténtica clave para el éxito. Explica que esto trata de un grupo realizando una tarea que se pudo hacer individualmente, pero de manera que aumenta la calidad del trabajo, la productividad y la confianza entre trabajadores; eso sí, siempre y cuando tenga lugar esta integridad de la que habla Buffett. Gardner deja claro que la falta de fiabilidad hace que una persona sea "anticolaborativa", y este rasgo debe hacer que un empleador se aleje del potencial empleado.