Madrid
Con apenas tres semanas de año 2023, muchas personas tienen en mente los llamados propósitos de año nuevo, para cuyo cumplimiento el concepto de "fuerza de voluntad" cobra fuerza. Este término se refiere a la determinación con la que cuenta una persona para esforzarse hasta conseguir algo que se ha propuesto, y debe ser mayor cuanto más compleja sea la meta en mente.
La profesora de psicología de la motivación en la Universidad de Viena, Veronika Job, ha llevado a cabo varias investigaciones sobre la fuerza de voluntad, y la conclusión a la que llega es sorprendente: una persona posee tanta fuerza de voluntad como la que cree tener. La consideración que se tenga como uno mismo, sobre si se mantiene control o no de los propios actos, se reflejará con una fuerza de voluntad poderosa o débil.
Además, la misma afirma que la percepción de la fuerza de voluntad de uno mismo comienza desde niño, y no se han encontrado evidencias de que esta visión se pueda cambiar con facilidad. Esto implicaría que no existe una "fórmula mágica" para aumentarla. Pero sí existen ciertas tareas que cada persona cumplirá con mayor determinación, y ejecutarlas puede ayudar a dirigir la actitud hacia el empoderamiento de la fuerza de voluntad.
Las distintas formas de verlo
Las personas ven la fuerza de voluntad de dos maneras distintas:
-Como algo limitado, si se piensa que los trabajos complicados que requieren autocontrol disminuyen la habilidad para resistir a las tentaciones.
-Como algo ilimitado, para quienes crean que los escenarios difíciles ayudan a aumentar la habilidad para el autocontrol.
Y es que de acuerdo con el trabajo de Job, estas visiones suelen desembocar en profecías autocumplidas: quienes crean que puede agotarse terminarán por dejar de ser capaces de controlarse, mientras que aquellos que piensen que su autocontrol aumenta con el tiempo, normalmente verán como su fuerza de voluntad es cada vez mayor.
"Una confusión común es pensar que cada acto de autocontrol hace que esta disminuya como si fuese un recurso limitado, lo que precisamente dificulta la capacidad para ejercerlo. Tampoco diría que las personas tienen reservas ilimitadas de fuerza de voluntad, pero se parece más a esto que a la idea simplista de que, como si de un músculo se tratase, el autocontrol se fatiga cuando se utiliza", comenta. Esto es, dicha capacidad no es como beber de un vaso de agua hasta que se vacía, pero verlo así indudablemente aumenta las resistencias para desarrollar la fuerza de voluntad.
Un truco con la fuerza de voluntad
Entonces, la principal idea es que no hay una forma específica de 'entrenar' la fuerza de voluntad. Sin embargo, el hecho de que ciertas tareas supongan menos esfuerzo para la persona (sea por que las disfruta más, o por otros motivos), puede ser una clave para ayudar a redireccionar el autocontrol en el buen sentido.
Job utiliza el ejemplo de alguien que quiere pasar más tiempo al aire libro y que para ello quiere forzarse a hacer escalada, pero esto último no le agrada. Una buena opción sería comenzar a realizar otras actividades al aire libre. "Lo que importa es perseguir aquellos objetivos que le gustan a esa persona", añade Job.
Y para la misma, el hecho de verse recompensado por el esfuerzo puede "fortalecer las distintas actitudes y creencias" sobre la fuerza de voluntad. Tanto utilizar algunas tareas o actividades que requieren poco esfuerzo, como notar los frutos del trabajo, son dos elementos que "desarrollan de forma indirecta" la visión de una fuerza de voluntad ilimitada.