Indra ingresará 600 millones de euros en los tres próximos años por la adjudicación de diversos proyectos del contrato del caza europeo FCAS, cuyo contrato de la denominada Fase 1B se formalizó este jueves con la participación decisiva de la ministra española de Defensa, Margarita Robles, junto con sus homólogos de Francia y Alemania.
La compañía tecnológica española, en calidad de coordinador nacional del programa en España internacional, habilitará una sede y un centro de trabajo destinados exclusivamente a uno de los más ambiciosos programas europeos de Defensa. Con este respaldo, el grupo se consolida como "coordinador de la industria española y uno de los grandes líderes tecnológicos de la defensa europea", según palabras de Ignacio Mataix, consejero delegado de Indra. En su opinión, "el desarrollo del Sistema de Armas de Siguiente Generación (NGWS), uno de los ingredientes principales del Futuro Sistema de Combate Aéreo (FCAS)" contribuirá en aspectos como "guerra electrónica, radares, sistemas de misión e integrados de mando y control y defensa aeroespacial, nuevo espacio, simulación y ciberdefensa, entre otros".
Mataix apunta que "este sistema de sistemas no solo pretende sustituir a los cazas actualmente en servicio, sino constituir el núcleo de un sistema de combate que incluye, además de un caza de nueva generación, plataformas no tripuladas, sensores, tecnología de baja observabilidad y una nube de combate que permitirá la operación colaborativa de todos estos activos, gestionando toda la información del combate aéreo, en un futuro campo de batalla digital".
Además de Indra, también participan en el proyecto europeo del caza FCA otros gigantes del sector de defensa como Dassault Aviation (Francia) y Airbus Defense and Space (Alemania).
Según palabras de Mataix, compartidas a través de un comunicado, "el FCAS es un proyecto de vanguardia, en el que tendremos que diseñar un futuro tecnológico ambicioso, y en el que tendrán que trabajar conjuntamente las grandes empresas, las pymes, los centros tecnológicos y las universidades. Además, está destinado a ser un caso de éxito de colaboración público-privada", añade Mataix.
Las primeras demostraciones en vuelo del futuro caza se esperan para 2028, con el objetivo final de que el sistema entre en servicio en 2040
Fuentes de Indra aseguran que la nueva Fase 1B "abordará la evolución y maduración de las tecnologías de siguiente generación (propulsión, maniobrabilidad, sensores interconectados y distribuidos, comunicaciones de nueva generación, servicios Cloud, Edge Computing, inteligencia artificial, baja observabilidad, interoperabilidad, etc.), que convertirán al NGWS/FCAS en el sistema de sistemas de combate aéreo más avanzado del mundo, a la vez que facilitarán e impulsarán la digitalización del sector y el nacimiento de nuevas tecnologías duales, con aplicación militar y civil en diferentes sectores".

Las mismas fuentes recalcan que el sector de la defensa asiste actualmente a un cambio de paradigma del caza de combate tradicional, operado de forma independiente, que evolucionará a un "sistema de sistemas" interconectados que estará integrado por un avión de combate de siguiente generación (NGF), diversas plataformas no tripuladas, remote carriers (RC), y una Nube de Combate (Combat Cloud). Esta última será el elemento habilitador del sistema de sistemas que, apoyándose en medios de Conectividad Avanzada (Enlaces de Datos de Banda Ancha entre vehículos, Satelitales, Ópticos...), permitirá una gran disponibilidad de información y, gracias a la aplicación de Inteligencia Artificial, Big Data y Edge Computing, convertirá esa información en conocimiento, permitiendo el Combate Colaborativo y la superioridad Aérea a través de capacidades y servicios colaborativos Multiplataforma sin precedentes.
Indra también señala que las referidas tecnologías "se validarán en diferentes demostradores (simulaciones y validaciones de ingeniería demostraciones y validaciones tecnológicas y pruebas de vuelo,) hasta alcanzar el grado de madurez necesario para implantarlas posteriormente en el diseño final. Durante la Fase 1B se establecerán las bases para la Fase 2, de otros tres años de duración, que dará continuidad al programa hasta 2029 y finalizará con un demostrador funcional". Por todo lo anterior, está previsto que las primeras demostraciones en vuelo del futuro caza se esperan para 2028, con el objetivo final de que el sistema entre en servicio en 2040.