
El tiempo que pasamos en la oficina muchas veces es superior al que pasamos en nuestra casa, en nuestra intimidad, en nuestro espacio. Por ello, exigirnos que las emociones se "queden" en casa es prácticamente imposible.
En este escenario, cabe preguntarnos, por ejemplo, si es poco profesional llorar en el trabajo. Si esta reacción emocional incomoda a otras personas y si nos exponemos a que nos vean como personas débiles por hacerlo.
La opinión y el estigma generalmente aceptado sobre llorar en el trabajo es que, bueno, no lo haga. No es "profesional", "incomoda" a otras personas y las mujeres en particular parecen "débiles" cuando lo hacen.
El baño, el lugar de descarga emocional
Pese a esta situación, la gente llora, solo que muchos no lo hacen a vista de los demás. En un sondeo a 13.000 personas, el 10% de los encuestados informó haberse refugiado en el baño de la oficina para descargarse. Otra encuesta a 700 personas reveló que el 41% de las mujeres y el 9% de los hombres que participaron reconocieron haber llorado en el trabajo.
Estrés, ira, frustración, pena, agobio...
Según la encuesta de RobertHalf, el 45 % de las personas han llorado en el trabajo y por una gran variedad de razones (estrés, ira, frustración, pena, agobio), a veces todo, todo a la vez. Pero cuánto lloramos varía: para las mujeres, es alrededor de 5,3 veces al mes , mientras que los hombres lloran 1,3 veces al mes.
"Cuando el cuerpo se siente desregulado, nuestro sistema nervioso se ve afectado hasta el punto en que el cuerpo puede congelarse o apagarse", explica la autora, terapeuta licenciada y entrenadora de bienestar Minaa B, en una publicación de Fortune.
Regulación corporal
"Llorar es una forma en que el cuerpo se regula a sí mismo. para que el sistema nervioso vuelva a funcionar y vuelva a nuestro nivel de excitación óptimo, que es nuestra ventana de tolerancia en la que podemos funcionar correctamente", agrega.
Cuando no estamos operando dentro de nuestra ventana de tolerancia, podemos "experimentar" ira, tristeza, ansiedad y depresión, lo que puede provocar lágrimas. "Es importante recordar que el llanto es natural para el cuerpo", dice Minaa. "Todavía está demasiado estigmatizado, donde se ve como una debilidad o un defecto de carácter".
Dado que el llanto es una parte natural de la experiencia humana, no deberíamos sorprendernos de que ocasionalmente ocurra en el lugar de trabajo. Por lo tanto, no sólo debemos aceptar su existencia sino quizás también aprender a usarlo a nuestro favor.