La palabra desabastecimiento tomó fuerza en el confinamiento provocado por el covid-19. Justamente en la primera ola, cuando veíamos a la gente comprar de forma masiva y exagerada papel higiénico y aceite. Actualmente, pese a que el nuevo enemigo no es el coronavirus, sino una crisis energética, nos vemos inmersos en un nuevo escenario de escasez de productos, en donde el afectado, esta vez, es un fiel acompañante del verano: los hielos.
Así es, la alta subida de la luz impidió que las fábricas de hielo produzcan un buen volumen en la temporada de invierno y con ello almacenar para el verano, ahora se han visto sorprendidas por la alta demanda de los consumidores quienes día a día se ven enfrentados por la ola de calor que amenaza a la península.
Tal es la crisis que existe, que supermercados como Mercadona y Consum, ya se han visto obligados a racionalizar la venta de hielos. En el caso del primero, el máximo de bolsas para vender es de 5 como lo anuncia sus escaparates, mientras que en el caso de la cooperativa valenciana el máximo es de dos bolsas por cliente y por día.
Hostelería sin hielo
El actual escenario no solo afecta a los consumidores, también a la hostelería. Al respecto, José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España señaló a Directo al Paladar que "desconoce las causas", pese a que hay empresas que apuntan a los costes de producción (inflación y crisis energética) y a la demanda que llega a un 30% más que a otros años.
"Hay algo que no nos han contado, no sabemos si la escasez de hielo se debe a que han dejado de fabricarlo o a que la demanda es mucho mayor,... porque esta no es la primera ola de calor que se vive en España", argumentó Yzuel al medio.
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