
La noche de San Juan, además de ser la más corta del año y marcar la llegada del verano, es una de las fiestas populares más esperadas en cientos de municipios españoles. Una tradición ligada al fuego que marca el disparo inicial de la campaña estival para uno de los sectores estrechamente vinculado a las celebraciones, el pirotécnico.
Las ventas de petardos, cohetes, tracas y espectáculos de fuegos artificiales tienen una cita ineludible esta fecha. Y la actividad ha sido especialmente frenética este año, por la coyuntura internacional y la situación en China, el mayor fabricante mundial de pólvora. "Se está produciendo un efecto rebote que está haciendo que se vuelva a producir en España debido a la falta de material chino", explica el vicepresidente de la patronal pirotécnica Aepiro, Santiago López, dueño de la gallega Pirotecnia López.
Los problemas en el gigante asiático se han convertido en una oportunidad para los fabricantes españoles. Por un lado, el atasco de los puertos chinos, especialmente de Shanghai, y la congestión en el transporte marítimo han provocado retrasos en los pedidos y han contribuido a encarecer aún más los costes de sus petardos y cohetes, que ya estaban al alza. A ello se ha sumado también los cambios en la normativa del país. Según explica uno de los principales distribuidores españoles, la catalana Petardos CM, las autoridades chinas han limitado la fabricación de algunos de los productos manufacturados con más ventas, como el trueno de mecha, algunos cohetes y tracas.
"Más que en la fabricación, es por la normativa del transporte. Al tratarse de mercancías peligrosas se han endurecido las condiciones por seguridad y las certificaciones y eso supone incrementar los costes. Y más ante los problemas de disponibilidad del transporte actualmente", comenta López.
Más producto local
Una situación que ha llevado a empresas distribuidoras como la catalana Petardos CM a incrementar la contratación de pedidos en España, fundamentalmente en talleres de la Comunidad Valenciana. La firma, que cuenta con 90 tiendas en toda España además de unas 150 casetas temporales que abren en función de las fiestas locales, ha aumentado hasta el 65% de su oferta los productos de origen doméstico para garantizar el suministro para la noche de San Juan. El año pasado ese porcentaje apenas representaba el 5%.
Una estrategia que no será coyuntural, según el propietario y director de Petardos CM, Josep Maria Vilardell. "Reduciremos progresivamente las importaciones de producto procedente de China, que el año pasado representaba el 95% de los petardos que comercializábamos, por la compra de producto nacional y por la fabricación propia, en un plazo de 10 años". Pese a ello, Vilardell matiza que "siempre habrá algunas importaciones porque no todos los productos podrán fabricarse localmente".
No son los únicos en el sector pirotécnico. "Hay empresas que están trabajando a plena capacidad y están empezando a abrir nuevas líneas de trabajo y recuperando producción en España", reconoce el vicepresidente de Aepiro, que apunta que incluso está llegando demanda de otros países europeos, como Alemania, y de países americanos.
"Este año estamos teniendo encargos de tracas como nunca", reconoce María José Lora, presidenta de la patronal valenciana Piroval y responsable de una de las firmas históricas de fuegos artificiales, CaballerFX. En su caso, achaca esta fuerte recuperación más al regreso de las grandes fiestas y el gasto de las Administraciones después de las restricciones por el coronavirus que a los problemas de los fabricantes chinos de productos de bajo coste.
Pero este rebote de la demanda de artificios made in Spain también tiene otra cara. "El problema que ahora tenemos en la pirotecnia para recuperar la fabricación en España es la falta de personal, no encontramos personal cualificado ni sin cualificar", asegura el vicepresidente de la patronal. Cuando la producción se deslocalizó de forma masiva a Asia se perdió mucha de esa mano de obra, una situación que han revivido muchos talleres con la pandemia. "El cierre de las instalaciones durante dos años por el parón hizo que muchos trabajadores dejaran el sector", resume Santiago López.
Una dificultad que se ha sumado a la fuerte alza de todos los costes para un sector formado por pymes. "La situación de las materias primas nos ha supuesto subidas de precios de todos los productos químicos, que se han llegado a multiplicar por dos y en algún caso por tres". Pese a la dificultad de trasladarlo al consumidor final, los aficionados a la pólvora ya han notado el incremento de precios de estos artificios.
La venta de cohetes, truenos de mecha, petardos, bengalas y otros para la verbena de San Juan es especialmente significativa en Cataluña, donde llega a representar cerca del 60% del negocio anual. En esa comunidad, las ventas para esta fiesta han crecido este año un 15%, hasta unos 19 millones de euros. En el conjunto de España, las ventas al por menor superan los 50 millones anuales, a las que el sector pirotécnico suma la contratación de ayuntamientos y otros organismos.