
El Partido Popular se ve cada vez más cerca de Moncloa. No se atreve a decir si el presidente del Gobierno adelantará elecciones -porque eso depende de él mismo-, pero sí está convencido de que el pasado domingo en Andalucía tomó fuerza un cambio de ciclo, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza; y con un ingrediente más -por cierto inesperado en todas las encuestas, salvo en la de GAD3-, y es que Vox se ha topado el 19-J con su techo en el sur de España, y por tanto, el fenómeno Macarena Olona se ha desinflado.
Además, la desaparición de Ciudadanos hace que los votantes afines a la derecha dejen de dividirse entre tres opciones, y se decanten cada vez más por los populares.
Con la aplastante victoria del PP en Andalucía, la formación de centro-derecha entiende que la tendencia de un gobierno en solitario se puede volver a repetir en otras plazas. El éxito de Juanma Moreno es un acicate importante, pero también lo fueron los resultados en Madrid en 2021, y piensan que ocurrirá lo mismo muy pronto en Valencia.
El efecto Feijóo pesa mucho y suma mucho, remarcan desde Génova, 13. Y la clave está "en la moderación y en la centralidad". Y en el caso concreto de Andalucía, mantiene el secretario de Organización, Elías Bendodo, se debe a la buena gestión, a un gobierno que trabaja por "eliminar problemas y no crearlos", en el fin de las trincheras, en revertir servicios públicos que no funcionaban y, en bajar impuestos y situar a esta región en la quinta comunidad de España con menos imposición de manera que, el Ejecutivo de Moreno Bonilla ha logrado 280.000 contribuyentes más y, 1.000.000 de euros más en la recaudación.
Sostienen que Pedro Sánchez es un lastre para el socialismo y para los barones que todavía tienen mando en plaza
El ejemplo más palpable de que Vox no es necesario y de que el PP puede aspirar a gobiernos en solitario, es el caso de El Ejido, en la provincia de Almería. Allí, Vox arrasó en las elecciones de 2018. Casi cuatro años más tarde, la formación de Santiago Abascal ha perdido su principal bastión, cediendo la primera plaza al Partido Popular de Andalucía. Entretanto, amén del frenazo a Vox y la extinción de Cs, los populares también analizan el batacazo del PSOE en su principal granero de votos. Es la tercera derrota desde Madrid y Castilla y León.
Desde ese punto de vista, sostienen que Pedro Sánchez es un lastre para el socialismo y para los barones que todavía tienen mando en plaza; barones que en primavera del 23 se tendrán que someter al escrutinio de las urnas.
Por parte del PP, con congresos aun a la vista, y con la sensación de que en cualquier momento puede haber adelanto electoral, la incógnita es saber cómo responderán los votantes al PP, en plazas como Cataluña y País Vasco, lugares en los que todavía no hay candidatos.