Europa afronta este verano problemas de suministro de todo tipo de combustibles, alertan los expertos en energía. Este fenómeno, que se genera por problemas de oferta y elevados precios, obliga a hacer una retrospectiva que nos remonta a los años 70, a la Guerra del Yom Kippur, que trajo consigo una de las mayores crisis económicas y energéticas del mundo y que los expertos temen ante una eventual réplica de ese fantasma histórico.
Entre el 60 y el 70 España respiraba tiempos de augurio con una economía en crecimiento en comparación con el resto de la región. En 1973 el PIB por habitante en el país representaba un 64% del europeo, con ello aumentó el campo industrial, la construcción, el turismo y los servicios.
Ante este crecimiento, también aumentaron los precios. Entre 1970 y 1973, España tuvo un ritmo superior al 9% anual. Al llegar la repercusión de la Guerra del Yom Kippur, el consumo energético del país representaba dos tercios que dependían de las importaciones de crudo.
De esta forma el precio del petróleo se cuadruplicó desde 1974 hasta llegar casi a los 12 dólares por barril, luego de que los países de la OPEP impusieran la subida del petróleo como una represalia por el apoyo de los Estados a Israel. Este escenario puso en jaque a todos los países de alto consumo de petróleo, uno de ellos España, en el cual se vio afectado su sistema fiscal y financiero.
Tal fantasma histórico nos remonta a la actualidad, ante un escenario de guerras, de desequilibrios económicos, de problemas de suministro donde escasea la oferta y los precios aumentan a diario. Para el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, "se avecina una crisis mucho mayor que la crisis del crudo de los 70", señala en un artículo publicado en el medio alemán Der Spiegel.
Aumento de la demanda de combustibles
El director de la AIE alerta que en la temporada de verano en Europa y Estados Unidos la demanda de combustible crecerá y con ello "podría haber cuellos de botella, por ejemplo con el diésel, la gasolina o el keroseno, especialmente en Europa".
Por otro lado, Birol ha explicado que los países europeos son especialmente "vulnerables a los problemas de oferta del petróleo porque no son solo dependientes del crudo, sino que también de las importaciones de productos derivados y de refino", agrega.
En este sentido, el director de la AIE considera que se avecina una crisis "mucho mayor" que la crisis del crudo de los 70, producida tras la decisión de la OPEP de embargar las exportaciones de petróleo a ciertos países como consecuencia de la guerra de Yom Kipur. Birol ha explicado que hace cincuenta años solamente era una crisis de petróleo, pero que ahora es una crisis conjunta de petróleo, gas natural y electricidad.