
El plazo para que la SEPI apruebe o deniegue el rescate de Abengoa se acerca a su fin -apenas faltan 35 días para el fatídico 30 de junio- y no hay señales de una respuesta positiva tras dos años largos de espera. El presidente de la compañía, Clemente Fernández, se aferra a la cuestión estratégica de la españolidad de la empresa y a los datos positivos de actividad, como los 1.000 millones de facturación y los 100 de EBDITA, para justificar la aportación de dinero público. Un dinero que a su juicio haría innecesaria la entrada del fondo Terramar porque los accionistas actuales, asegura, están dispuestos a ir a una ampliación de capital de 50 millones si el estado pone los 240 que se le están pidiendo desde 2020. El conflicto interno está servido. Por el contrario, la filial Abenewco1 ha informado hoy mismo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que apuesta por la vía Terramar, en contra del criterio de Fernández.
En declaraciones a Canal Sur Radio, Fernández ha explicado que "buscamos una solución políticamente aceptable para que el gobierno financie a Abengoa y esta siga siendo andaluza y española (...) Al final Abengoa va a tener una solución porque tiene una facturación de más de 1.000 millones de euros anuales y un EBITDA positivo de más de 100 millones. Hay que tener en cuenta que SEPI está aprobando rescates con EBITDA negativo. Es cierto que Abengoa tiene problemas que vienen del pasado, pero no se puede dejar caer a una empresa tan viable como Abengoa (...) Tendremos que sentarnos todos en una mesa, accionistas, acreedores, trabajadores y gobierno, y buscar soluciones".
La cuestión de la españolidad en la que insiste González choca contra la opción que cuenta con más posibilidades de salir adelante si la SEPI aprueba el rescate: la entrada en el accionariado del fondo estadounidense Terramar, que mantiene sobre la mesa, en principio hasta el 15 de junio, una oferta para aportar 200 millones a la filial Abenewco1, la filial que concentra los principales activos y el negocio de la empresa hispalense. La directiva de Abenewco1 defiende a capa y espada la entrada de Terramar y sus 200 millones (140 de préstamo y 60 de capital), tal y como ha informado hoy mismo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Compañía con futuro
"Ahora la opción que se presenta es que sea un fondo americano, Terramar, que tendría el 70% de la compañía, y el otro 30% también estaría en manos de fondos americanos (...) Es una empresa de referencia en Andalucía, orgullo de los andaluces, referente en todo el mundo en dos cuestiones como son las energías renovables y la desalación que tienen demanda para el futuro", afirmó Fernández en su intervención en la radio pública de Andalucía.
Fernández sostiene que hay soluciones que no pasan por Terramar que mantienen la españolidad de la compañía. "Como presidente he intentado distintas soluciones con family office y empresas industriales. Más de una decena de soluciones. Pero la opción de Terramar está blindada por acreedores, y el pool bancario dice que los avales de 300 millones son para esa oferta, pero no para otra. Es jugar con las cartas marcadas. Así que las empresas que podrían estar interesadas no han entrado. Además, Abengoa es mediática y las empresas cotizadas no quieren ruido mediático. Ha habido imágenes, como registros de la Guardia Civil, que han hecho mucho daño reputacional. Así que realmente no hay ofertas más allá del compromiso del consejo de Abengoa de ampliar capital. Los accionistas actuales estarían dispuestos a meter dinero nuevo y sacar esto adelante para que siga siendo una cotizada española".
"Se ha rescatado a Celsa con 550 millones de euros exigiéndole una ampliación de capital de 50 millones. Nosotros, con la mitad de dinero en el rescate, estaríamos dispuestos a poner 50 millones y echar a andar mañana mismo", ha insistido Clemente Fernández.
La clave, indica Clemente Fernández, es que la empresa da números de viabilidad. "Los problemas del pasado vienen por un sobreapalancamiento y una excesiva deuda. Y también por el cambio en las condiciones del juego en el año 13 con la suspensión de las primas a las renovables, lo que hizo que se pudieran atender los compromisos adquiridos. Se entró en preconcurso en los años 14 y 15 del que se salió en con una reestructuración en falso, y hubo otro intento en el 19 que tampoco solucionó la deuda. Ahora lo podemos dejar en niveles manejables. El Plan de negocio es a siete años y en el cuarto, a costa de dejar una caja exigua, se podría tener devuelta toda la deuda pública. Por eso digo que no se debería cuestionar la viabilidad aunque hay otros frentes legales abiertos y distintos líos que se pueden solucionar con consenso".
Escollos
A la dirección de Abengoa no han llegado informes de PKF Attest y Grant Thornton, consultoras contradas por SEPI, y que supuestamente cuestionan la capacidad de la compañía para devolver los créditos. "Si los informes solicitados plantean inconvenientes, seguro que son solucionables en base a su facturación positiva. Hay que evitar el concurso (de Abenewco1). Los acreedores deben también interesarse por la supervivencia de la empresa porque genera negocio que les permitirá recuperar parte de la deuda", afirma el presidente.
La compañía ha satisfecho recientemente los requerimientos y reparos de la SEPI sobre la imposibilidad de canalizar el rescate a través de Abenewco1, que no cumplía requisitos para recibir ayudas, y hacerlo a través de filiales operativas. Una cuestión que suscita dudas jurídicas.
Hay cuestiones políticas que tienen incidencia en el tema. Por una parte, el escándalo del rescate de la SEPE a la aerolínea Plus Ultra hace que en la sociedad estatal sean más cautelosos a la hora de conceder fondos. Por otra, la proximidad de las elecciones andaluzas hace apetecible para el Gobierno la posibilidad de apuntarse un tanto, dado que la Junta no participa en el rescate.
¿Quiebra histórica?
De no producirse el rescate, la opción más probable es la liquidación. Sería la mayor quiebra de la historia de España. La muerte de una compañía que estuvo en lo más alto en proyectos de ingeniería a nivel mundial y que está actualmente en concurso voluntario de acreedores tras cerrar 2019 con una deuda de 4.783 millones de euros.
Pero Fernández ve soluciones incluso sin rescate: "Si no hay rescate habrá que explorar otras vías, y el gobierno tendrá que colaborar también porque la deuda con administraciones es de 100 millones de euros. Pero Abengoa va a encontrar financiación porque tiene una facturación de más de mil millones de euros y un EBITDA de más de cien. Vamos a pelear por una opción española".
El plan de Abenewco1
Hoy mismo Abengoa ha puesto en conocimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores una información sobre el Acuerdo de Reestructuración (Restructuring Agreement) y Hoja de Términos (Term Sheet) lanzado por Abenewco1 a sus acreedores mediante el proceso de consentimiento. Abenewco1 apuesta por la vía Terramar, al contrario que el presidente de la matriz Abengoa, que representa a pequeños accionistas de la Sindicatura Abengoa Shares.
La operación financiera que pretende Abenewco1 se enfoca en tres partes: obtención de liquidez, obtención de avales, y cambios en la estructura de capital mediante la implementación del Acuerdo de Reestructuración. "Cada parte avanzará en paralelo y está sujeta a la finalización de las demás, en el sentido que no se podrá finalizar la operación si no se completan todas las partes", dicen a la CNMV.
La primera parte de la operación contempla la obtención de nueva financiación por parte de la SEPI por un importe total de 249 millones con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas ("Financiación SEPI"). "La Financiación SEPI será obtenida por seis subsidiarias de Abenewco1 donde se centraliza la gran mayoría de la actividad comercial del grupo", explican.
Adicionalmente, Abenewco1 recibirá por parte de Terramar Capital un total de 200 millones, de los cuales 140 millones se aportarán en forma de préstamo y 60 millones en forma de capital, que otorgará a Terramar el 70% del capital social de Abenewco1
Abenewco1 utilizará los 60 millones de capital para la recompra de la deuda New Money 2, A3T Convertible Put Option y Reinstated Debt.
Se plantea la obtención de una nueva línea de avales por 300 millones
La segunda parte de la operación contempla la obtención de una nueva línea de avales New Bonding por un importe máximo de 300 millones, junto con la renovación y extensión de las dos líneas de avales New Bonding existentes, para cubrir las necesidades del grupo de sociedades de Abenewco1 para la implementación de su plan de negocio hasta 2027.
Igual que en las dos líneas existentes, la nueva línea New Bonding será otorgada por un grupo de instituciones financieras y contará con la cobertura de CESCE en este caso por el 60% del riesgo en los avales internacionales. La obtención de dicha línea está pendiente de aprobación por parte de las instituciones financieras y CESCE.
Por último, la operación contempla cambios en la estructura de capital mediante la implementación del Acuerdo de Reestructuración, principalmente mediante la conversión en capital de determinados instrumentos de deuda convertible vigentes y suscritos en ejercicios anteriores como el Mandatory Convertible Abenewco1, Senior Old Money y Junior Old Money. Dichos instrumentos serán convertidos en acciones de las sociedades emisoras (Abenewco1, Abenewco2 bis y Abenewco2, respectivamente). También se contempla la posibilidad de que accionistas de la matriz Abengoa entren en Abenewco1.Pero en unas condiciones que ya fueron rechazadas por Clemente Fernández y los minoritarios.