En la recta final de cerrar 2021, el año que trajo la primera competencia pura para Renfe en el negocio de los viajes ferroviarios, se ha anunciado la llegada oficial de un nuevo actor en el mercado. Iryo, nombre con el que operará la compañía valenciana Ilsa, se ha presentado estos días en la estación de Atocha para mostrar todos los detalles del que será el primer operador privado de la alta velocidad en España.
Con un color característico rojo, Iryo está muy cerca de ser una realidad en el negocio de la movilidad ferroviaria. Lo será a lo largo de la segunda mitad de 2022, aún sin fecha precisa, cuando comience a mover su maquinaria para introducir un nuevo participante que compita directamente con Renfe y Ouigo.
Con participación de la aerolínea Air Nostrum y la ferroviaria transalpina Trenitalia, Iryo aspira a copar el 30% de las frecuencias de alta velocidad, por lo que ofertará casi un centenar de naves distribuidas en las tres principales rutas nacionales. Con bases en Madrid, 32 conexiones (16 de ida y 16 de vuelta) irán destino Zaragoza y Barcelona, otros tantos lo harán camino de Valencia y Alicante y la misma cantidad lo hará para unir Sevilla, Málaga y Córdoba con la capital española.
Así son los trenes de Iryo
Así lo anunció el grupo en su presentación sobre el histórico jardín tropical de Atocha, donde además se mostraron al público los que serán sus trenes dispuestos a sentar las bases de una expansión futura. Unas naves modelo ETR 1000 (Frecciarossa), presentes en varios países europeos, y que destacan por medir alrededor de 200 metros con capacidad para casi 500 pasajeros y una velocidad punta de 360 kilómetros por hora.
Además, estos trenes destacan por estar fabricados con un 95% de materiales reciclables, gracias a la gestión de Hitachi Rail y Alstom llevada a cabo entre España e Italia. Sin apenas generar contaminación acústica, tal y como manifiesta el grupo valenciano cada trayecto permitirá un ahorro de 80% de dióxido de carbono.
Iryo pretende crear más de 2.500 empleos de forma directa e indirecta durante sus primeros años de vida
Por último, cabe destacar que el proyecto ya ha supuesto una inversión de 1.000 millones de euros, en temas de flota e inicio de actividad, pero con el que se pretende atraer a más de 50 millones de pasajeros en 10 años. Esto se traduce en la generación de 2.600 empleos "fijando un nuevo estándar de qué significa viajar en Alta Velocidad en España y realizando una apuesta decidida por la multimodalidad", tal y como ha reseñado el grupo.
Una nueva forma de viajar en tren en España, que llegará en menos de un año, y bajo la insignia del color rojo pretende dar guerra a Renfe y Ouigo en un plan rápido, sostenible y silencioso.