
Que la pandemia por COVID-19 cambió el mundo hace ahora casi año y medio es evidente. Que cambió el trabajo debido a la necesidad de introducir el trabajo en remoto en tiempo récord, también. Ahora una nueva encuesta demuestra además que también ha afectado a los salarios y la carga de trabajo de muchos empleados.
Todo ellos se extrae del informe 'Influencia del Covid19 en las políticas salariales' que ha elaborado Edenred, plataforma digital de servicios y pagos, y la Universidad de Granada. El estudio tiene como fin conocer en profundidad cómo ha afectado a la retribución española la crisis sanitaria sufrida en los años 2020 y 2021.
Los resultados son claros. Entre las principales conclusiones del Estudio se encuentra que la llegada del Covid19 no solo tuvo un impacto directo en la salud, sino también en el entorno laboral, y más concretamente en las condiciones salariales de las plantillas.
Aproximadamente, 1 de cada 4 trabajadores ha visto reducido su salario en esta crisis. "Concretamente un 7,7% de los encuestados han sufrido una disminución en su salario fijo, ascendiendo este porcentaje hasta el 23,3% si se considera el salario variable", comenta Lola Vidal, investigadora de la Universidad de Granada y coautora del estudio.
Los motivos de esta reducción en el salario fijo se deben a la disminución del volumen de negocio, según un 55%. En el resto de casos, las personas encuestadas manifiestan que los motivos son una disminución de la jornada laboral, parcial o por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Entre ERTEs y teletrabajo, el resultado es que tenemos la percepción de trabajar más
Además, el parón temporal de algunos sectores desencadenó en varios ERTEs. De hecho, tal y como pone de manifiesto este estudio, un 12,4% de los encuestados estuvieron sujetos a un ERTE, aunque el 85% no estuvo más de 9 meses en esta situación. Sin embargo, tal y como declara Lola Vidal, "estas regulaciones de empleo han afectado de forma diferente a las pymes y a las grandes empresas.
Así, mientras en las grandes empresas no llega al 10% el número de personas que han estado en esta situación, en las pymes el porcentaje casi alcanza el 20%. No obstante, las pymes han rescatado antes a sus trabajadores/as".
Si hay una tendencia que en mayor o menor medida se ha generalizado, es la de trabajar desde casa. Un 85% de las personas declaran haber tenido que realizar su trabajo desde casa durante la etapa más complicada de la pandemia.
"Esta nueva realidad laboral, que abre la puerta a una facilidad de conciliación, ha supuesto un incremento de la exigencia laboral en los puestos de trabajo, incrementándose el tiempo dedicado (horas laborales) así como la presión que se recibe o el rendimiento exigido", ha declarado Manuel Asla, director de marketing y producto de Edenred España.
Pese a esto, la mayoría de las personas encuestadas están satisfechas con la forma de enfrentar la crisis de sus empresas (80%), así como con la información recibida acerca de sus actuaciones para superarla (casi un 85%).
La pandemia mantiene la brecha salarial por edad y por género
Por otro lado, la franja salarial entre 20.000 y 30.000 euros netos anuales es la más frecuente entre las personas encuestadas (29,5%). De hecho, el 71,8% no superan los 40.000 euros de salario neto al año.
Uno de los factores que marcan las diferencias salariales es la edad, sumado a la antigüedad en el puesto y a la experiencia laboral, situándose en 46 años el intervalo salarial más alto, que es mayor de 50.000 euros.
Esto parece confirmar que la responsabilidad se ve recompensada con salarios más altos y se trata de una tendencia generalizada en todo el tejido empresarial, aunque en las grandes empresas la horquilla salarial es mayor que en las pymes.
La brecha salarial continúa siendo una realidad
En cuanto a la equiparación de salarios se observa que, incluso controlando diversas variables como la edad de las personas participantes o su antigüedad en la empresa, por término medio los hombres tienen salarios superiores a las mujeres. Más de la mitad de las mujeres cobran por debajo de los 30.000 euros anuales (un 53,9%) mientras que, en los hombres, solo el 33% se sitúa en esas cifras.
Esta tendencia se ve más presente en unos sectores que en otros, siendo el sector bancario, el industrial o el de servicios, los sectores con mayor desigualdad entre hombres y mujeres, y el sector de la hostelería y el de servicios públicos dónde las diferencias salariales son menos destacables.
Igualmente, las mujeres que trabajan en pymes tienen un salario inferior a las que trabajan en empresas grandes, hecho que no ocurre para el caso de los hombres.