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Boris Johnson aprueba 10.000 visados temporales presionado por la escasez de camioneros

  • La crisis de trabajadores es la responsable de la falta de suministros
Camiones en el parking HGV de Cobham, en Reino Unido. Reuters

En un intento por poner freno a la crisis de trabajadores que vive Reino Unido, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha dado luz verde a un paquete de medidas que incluye la expedición de 10.000 visados temporales para trabajadores extranjeros. Las barreras aduaneras, la escasez de camioneros y trabajadores de la industria alimentaria por el Brexit y la pandemia son las responsables de la falta de suministros que vive el país.

El paquete de medidas viene a solucionar durante unos meses las trabas burocráticas a las que se enfrentan los conductores de camiones con el nuevo sistema de puntos del gobierno británico, según el cual éstos no cumplen los requisitos de cualificación para obtener un visado de trabajo. Para el secretario de Transportes, Grant Shapps, la resolución de este problema pasa por aumentar los salarios, el control de los permisos de conducir de estos vehículos y mejores condiciones de trabajo. Eso o recurrir a las fuerzas armadas para que conduzcan los camiones cisterna.

La escasez de conductores de camiones también está afectando a las gasolineras. Esta semana, BP anunció el cierre temporal de algunas de sus gasolineras ante la imposibilidad de medios para transportar combustible sin plomo y diésel. Otras compañías como ExxonMobil también se han visto obligadas a cerrar algunos establecimientos.

Por su parte, miembros del sector alimentario han calificado las medidas de insuficientes, dado que le faltan unos 500.000 empleados. Por eso, piden al gobierno británico que amplíe el programa gubernamental de trabajadores agrícolas de temporada, que actualmente solo permite que 30.000 extranjeros ayuden en la cosecha. De seguir como hasta ahora, los grupos alimentarios y agrícolas avisan de que se verán obligados a reducir las cosechas para 2022, lo que reduciría la producción y aumentaría los precios.

Además de a la crisis de trabajadores, el gobierno británico se enfrenta al aumento de los precios de la energía y el coste de los materiales, la inflación, una subida de la seguridad social y los recortes del crédito universal, entre otros.

Escasez permanente de alimentos

El desajuste crónico que ha dejado el Brexit y la pandemia ha destruido el sistema de suministro de supermercados y restaurante, agotando sus reservas y provocando estantes vacíos y menús incompletos. 

Ian Wright, director de la Federación de Alimentos y Bebidas de Reino Unido, advirtió recientemente que Reino Unido se enfrenta una "escasez permanente" de alimentos y bebidas. Aunque llamó a la calma asegurando que el país no se iba a quedar sin comida, señaló también que la escasez de alimentos y bebidas va a ser el patrón habitual a partir de ahora.

Por su parte, Downing Street aseguró que la escasez de algunos productos alimenticios no será permanente. Según el portavoz del Ejecutivo, Jamie Davies, las cadenas de suministro de Reino Unido son altamente resistentes y han demostrado que se enfrentan extremadamente bien a los desafíos.

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