La carne roja es un producto gourmet que en España se conoce bien. Sin embargo, es un alimento que si se consume en exceso puede ser potencialmente cancerígeno. La doctora Emilia Gómez Pardo, asesora científica de la organización CRIS, explica qué cantidad es recomendable y en qué se diferencia de los productos cárnicos procesados.
La fundación CRIS contra el cáncer recoge que alrededor de un 25% de los cánceres de colon tiene que ver con la alimentación y concretamente con el consumo de carne roja y procesada. Además, alerta que cada día hay mas evidencia científica que apunta que su consumo también se relaciona con los cánceres de estómago, páncreas, nasofaríngeo e incluso con el de pulmón.
Así, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), organismo perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró en el año 2015 a la carne procesada como cancerígena para los seres humanos y la carne roja como potencialmente cancerígena. Desde entonces, las pruebas disponibles, tanto en tipo como en cantidad de estudios, han aumentado y permiten asegurar que el elevado consumo de este tipo de alimentos se puede traducir en una menor esperanza de vida.
¿Afecta por igual el consumo de carne procesada y el de carne roja al riesgo de padecer un cáncer colorrectal?
La experta de la fundación es tajante y aseguro que los riesgos son diferentes. Así, las recomendaciones científicas sobre el consumo de carne procesada es que se debe evitar. Así, no hay un nivel de consumo de carne procesada compatible con la salud. "Si se consume, desde CRIS contra el cáncer, y con evidencia científica, recomendamos que cuanto menos, mejor", explica la doctora.
Respecto a la carne roja, también existe una fuerte evidencia de que comer grandes cantidades de carne roja aumenta el riesgo. Por ello, las autoridades sanitarias recomienda moderar su consumo y más en España dada la situación de ingesta. Sin embargo, a diferencia de la carne procesada, la roja es una buena fuente de nutrientes esenciales, proteínas y minerales, y puede formar parte de una dieta saludable. El consumo recomendable, según la OMS, debe ser de hasta 200 gramos a la semana.
¿Qué se considera carne roja y qué carne procesada?
La doctora Emilia Gómez Pardo explica que la carne se suele clasificar en blancas o rojas. A este último grupo pertenecen los productos cárnicos derivados de la vaca, ternera, cordero, caballo, cerdo, cabrito o buey. Mientras que entre las blancas están las que proceden de conejo, pollo, pavo u otras aves.
Por otro lado, la carne procesada es aquella que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado, u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. Ejemplos claros son las salchichas, los fiambres, el jamón serrano y de York, carne en conserva, cecina, salsas a base de carne, etc.
Qué alimentos son buenos para evitar el cáncer colorrectal
La fundación CRIS contra el cáncer recomienda un patrón alimenticio muy rico en fibra y en vitamina C, con una alta presencia de productos procedentes del mundo vegetal (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos) y de alimentos procedentes del mundo animal como son lácteos, pescado blanco y azul, huevos y carne blanca y una presencia muy reducida de carne roja.
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