
Suelo industrial a precios asequibles, financiación para el crecimiento empresarial y un marco fiscal inteligente constituyen las bases con las que Castilla y León quiere atraer inversiones.
La creación de un ecosistema favorable al desarrollo de proyectos empresariales capaces de generar riqueza y empleo es uno de los pivotes sobre los que se asienta la política económica de Castilla y León.
Un aspecto esencial para la instalación o la expansión de cualquier proyecto empresarial es el acceso a suelo equipado que permita una actividad industrial competitiva.
En esa línea, la Junta de Castilla y León ha aprobado recientemente una bajada del precio del suelo empresarial del 25% de media que afectará a casi 4 millones de metros cuadrados. Esta medida supondrá un ahorro de más de 23 millones de euros para las nuevas empresas que se instalen y para la consolidación y ampliación de las existentes.
Además de la reducción del precio del suelo industrial, el Ejecutivo regional ha puesto en marcha una nueva línea de apoyo financiero para facilitar que las empresas puedan afrontar esos nuevos proyectos con posibilidad de obtener capital tanto de inversión como para circulante, con un importe de crédito de hasta 700.000 euros, un plazo de amortización de entre 12 y 120 meses, una carencia de hasta 24 meses y una bonificación total máxima del 2,5%.
La Junta de Castilla y León ha aprobado una bajada del precio del suelo empresarial del 25% de media
Otra de las apuestas de la Comunidad por impulsar la actividad económica es la reedición del Plan de Crecimiento Innovador para Pymes y Mid-caps, en el que participan el ICE, Sodical y Empresa Familiar de Castilla y León.
La colaboración del ICE consiste en proporcionar los fondos necesarios que permitan implementar el Plan en empresas con capacidad de crecimiento estructural de al menos un 5% en términos de facturación, inversión, internacionalización y capacidad productiva y con una potencialidad de creación de empleo del 5% durante los próximos cuatro años.
Por su parte, Sodical estudia y evalúa los planes de negocio y facilita los recursos de acceso a la financiación en forma de préstamos participativos o participación en el capital social de las empresas, con una cuantía que oscila entre 200.000 euros y 5.000.000 euros por proyecto de crecimiento. Este Plan prevé alcanzar los 200 millones de euros a lo largo de la legislatura, lo que implicará la creación de 4.000 empleos.
Junto a la financiación, Castilla y León apuesta por una fiscalidad inteligente. En esa línea, este mismo mes de marzo se aprobará la modificación del impuesto de sucesiones y donaciones para reducir el 99% del coste fiscal al que se encuentran sometidas este tipo de adquisiciones. El objetivo es facilitar el relevo intergeneracional de empresas y negocios, así como el emprendimiento, sin que el pago del impuesto sea una traba para ello.