
Tras 77 años trabajando para cubrir las necesidades de sus pacientes, Almirall ha sido seleccionada en 2020 para incorporarse al Ibex 35, el índice de referencia del mercado de valores de la Bolsa de Madrid. La compañía, que en 2017 reorientó su estrategia hacia la dermatología médica, apuesta por la innovación como modelo de crecimiento a largo plazo
Este año 2020 ha supuesto un reto sin precedentes para la industria farmacéutica global. Gracias a la suma de sus esfuerzos y al trabajo continuo de sus profesionales, el sector ha demostrado cumplir un papel clave en nuestra sociedad, como solución a los problemas sanitarios y como motor económico global.
Uno de los actores principales de la industria biofarmacéutica en España es Almirall, fundada en 1943. Tras 77 años evolucionando para cubrir las necesidades de sus pacientes, Almirall ha sido seleccionada en este 2020 para incorporarse al Ibex 35, el índice de referencia del mercado de valores de la Bolsa de Madrid, la principal bolsa de valores de España.
Mike Mcclellan, director financiero de Almirall explica que "formar parte del Ibex 35 supone un gran reconocimiento a nuestros esfuerzos durante muchos años. Nuestro trabajo demuestra el compromiso que tenemos con nuestros pacientes, con nuestros empleados y nuestro compromiso con la sociedad en general. Solo puedo dar las gracias a todos por su esfuerzo: a nuestros empleados, comprometidos con la ciencia y la innovación, a nuestro equipo directivo, que ha llevado el timón en los últimos años y a todos los inversores que han mostrado su confianza en Almirall desde el año 2007".
La compañía, que salió a bolsa en 2007, tiene actualmente presencia directa en 21 países a través de 13 filiales, que suman más de 1.800 empleados. Además, cuenta con un centro de I+D en Sant Feliu, dos plantas en España -una en Sant Andreu de la Barca y otra en Sant Celoni-, otra planta de producción y de I+D en la ciudad alemana de Reinbek y un centro de I+D en Exton, Estados Unidos.
La compañía reorientó su estrategia hacia la dermatología médica en 2017
Desde el año 2017, Almirall ha experimentado una serie de cambios que han mostrado su solidez en los últimos meses y la ha preparado para un crecimiento a medio y largo plazo. De este modo, la compañía reorientó su estrategia hacia la dermatología médica, invirtiendo en la innovación más puntera y en productos dermatológicos que presenten una clara diferenciación, mejorando la vida del paciente con patologías como la psoriasis, acné o dermatosis.
Gracias a esta apuesta, Almirall cerró 2019 con unos ingresos totales de 908 millones de euros, de los cuales el 94 por ciento corresponde a ventas netas, alcanzando un Ebitda de 304 millones de euros.
Invertir en I+D, fórmula del crecimiento
Almirall basa su crecimiento a largo plazo en una apuesta firme por la innovación y el desarrollo, la cual también hace mejorar el futuro de la compañía en el corto y medio plazo. "La I+D es muy importante para nosotros, por lo que destinamos a esta partida entre 90 y 100 millones. Además, tenemos muchas colaboraciones y licencias con otras empresas con algunos de nuestros productos. En total, gastamos en torno al 10% de nuestra facturación en I+D y entre el 5 y el 10% en licencias", añade el director financiero de Almirall.
En este sentido, y según datos de Farmaindustria, el sector farmacéutico alcanzó en 2019 su máximo histórico de inversión en I+D, superando por primera vez los 1.200 millones de euros, cifra que supone un incremento del 5,2% respecto al año anterior.
Gracias a su compromiso con la innovación, Almirall contribuye al objetivo general de la industria de ofrecer las mejores soluciones médicas a los pacientes y a las generaciones futuras. Asimismo, centra sus esfuerzos en combatir las enfermedades cutáneas y ayudar a las personas a sentirse lo mejor posible, apoyando continuamente a los profesionales sanitarios a través de tratamientos innovadores.