
La expectativa de una política monetaria en la eurozona con tipos altos por más tiempo dispara las rentabilidades de los bonos europeos. Un buen ejemplo de ello es la deuda española a largo plazo que ayer superó el 4% por primera vez desde enero de 2014. Italia, Grecia o Reino Unido son también países donde los bonos a 10 años ya baten dicha cota. Por si fuera poco, la expectativa del mercado de que el BCE no recortará los tipos hasta julio de 2024 augura un largo periodo de elevadas rentabilidades para la renta fija. De hecho, los retornos actuales ya superan a la inflación, confirmando que este mercado no solo compite con las bolsas. También se convierte en una adecuada estrategia para que el inversor conservador obtenga ganancias superiores al alza de los precios.