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La división se consolida en la Fed: las posturas extremas no tenían tanto peso desde 2016

  • Los miembros partidarios de bajar tipos son ahora mayoría en la Reserva Federal
  • Desde 2016 no había tantos miembros convencidos de una postura, ya sea 'halcón' o 'paloma'
  • A Powell se le considera partidario de bajar tipos, pero aún ve demasiada incertidumbre
Las palomas y los halcones se disputan el control de la Fed. Foto: iStock, eE
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La reunión de la Reserva Federal que ha tenido lugar este mes se ha celebrado con la mayor división entre los gobernadores que participan en el encuentro del Comité Federal del Mercado Abierto que se ha visto en décadas. Antes del encuentro ya se advertía de la posibilidad de ver, por primera vez en 30 años, dos miembros con derecho a voto que disienten de la postura del presidente del banco central, algo que finalmente se confirmó. La clasificación que se hace desde Bloomberg de los 19 miembros del Comité Federal del Mercado Abierto no deja lugar a dudas: desde 2016 no había tantos miembros posicionados en los dos extremos, con 2 partidarios considerados "palomas agresivas", y otros 3, lo contrario: "halcones agresivos".

La agencia cataloga los 19 miembros y participantes del Comité Federal del Mercado Abierto en una escala con cinco puntos: "muy halcón, halcón, neutral, paloma o muy paloma". Históricamente, se conoce como 'halcones' a los partidarios de llevar a cabo una política monetaria dura, de tipos más altos y condiciones financieras más restrictivas, frente a las 'palomas', que se suelen inclinar por una política acomodaticia, o de estímulos, basada en tipos de interés más bajos y costes de financiación más reducidos.

Ambas posturas tienen su lógica y, normalmente, por la situación en la que se encuentra una economía, tiene sentido optar por una u otra opción: cuando la economía se recalienta, y sube la inflación y el crecimiento, con bajo desempleo los miembros de la Fed suelen optar, con mayor o menor agresividad, por subir los tipos de interés. Y viceversa: si el crecimiento y la inflación se estancan y caen, y el desempleo aumenta, el consenso interno de la Fed suele optar por bajar los tipos.

El problema es cuando, como ahora, uno de los objetivos está bien encaminado, como ocurre con el bajo desempleo en Estados Unidos, pero otro, la inflación, apunta a posibles aumentos, en este caso, por las políticas arancelarias de la administración Trump. Además, la enorme incertidumbre actual en este último punto, no ayuda nada en que se pueda formar un consenso claro en la Fed.

Si se analiza cómo ha evolucionado el Comité Federal del Mercado Abierto en los últimos años, se aprecia cómo, en los años previos a la pandemia de Covid-19, especialmente 2016 y 2017, los miembros de la Fed eran más partidarios de tipos bajos; en 2018 y 2019 la situación se igualó, pero en los dos primeros años de la pandemia los 'halcones' radicales desaparecieron. Eso sí, en 2021 ya s empezó a apreciar un giro en el posicionamiento del Comité, con cada vez más miembros 'halcones' en la entidad. En 2022, con la Fed luchando contra la inflación, fueron las 'palomas' radicales las que desaparecieron. En 2023 y 2024 la situación se equilibró relativamente, y la ruptura, con las dos posiciones más radicales teniendo más miembros que nunca en la última década, se ha consolidado en 2025.

El consenso de la Fed se rompe

En las últimas semanas, el consenso en el seno de la Fed se ha ido deteriorando, hasta el punto de que, por primera vez desde 2016, la agencia Bloomberg sitúa dos miembros en un extremo de la escala de 'palomas' y 'halcones', y otros tres en el otro. Se trata de Elizabeth Hammack, Neel Kashkari y Lorie Logan, como los tres grandes partidarios de una política monetaria muy agresiva, frente a Michelle Bowman y Christopher Waller, que se sitúan en el otro extremo, según la agencia.

Las presiones de Trump a la Fed para que baje tipos pueden haber influenciado a Waller, quien parece tener el apoyo del presidente estadounidense para ser un posible candidato a la presidencia de la Fed cuando Jerome Powell deje el cargo, en mayo del año que viene,

En 2016, Donald Trump también formaba parte del debate entre los miembros de la Fed. En aquel momento, a finales de año, Trump acababa de ganar las elecciones de forma sorprendente, y para algunos miembros de la Fed, sus propuestas políticas, de bajadas de impuestos e inversiones en infraestructuras, apuntaban a que iban a impulsar a la economía, por lo que abogaban por aumentar los tipos para evitar un recalentamiento económico. Por el contrario, otros consideraban que había que esperar un tiempo para ver las políticas reales que se implementarían, antes de optar por aumentar el precio del dinero. Estos argumentaban que la inflación no estaba por encima del objetivo del banco central, lo que hacía que la decisión de bajar tipos fuese una imprudencia.

Las diferencias sobre las condiciones económicas que hubo entonces se están repitiendo ahora, en un momento en el que la incertidumbre es muy elevada, como reconoce la propia Fed, y en el que el doble mandato que mantiene el banco central, de estabilidad de precios, por un lado, y de conseguir el pleno empleo, por otro, están chocando entre sí.

El problema es que, ahora, haga lo que haga la Fed, corre el riesgo de estropear una de las dos partes de su mandato. El objetivo del empleo parece estar bien cimentado, y no necesita de bajadas de tipos para mejorarlo, pero la inflación sigue corriendo por encima del objetivo del 2%, lo cual explica la reticencia de algunos miembros, entre ellos, Powell, para bajar tipos en este momento: si lo hace, corre el riesgo de impulsar un nuevo aumento del IPC, que haga que en un futuro tengan que dar marcha atrás a sus políticas y arriesgarse a perder credibilidad.

A pesar de todo, para Bloomberg, Powell es uno de los miembros 'paloma' en este momento. La reticencia del presidente a bajar tipos responde a una lógica económca, pero históricamente se le ha considerado un miembro partidario de una política de tipos bajos. Los únicos momentos en los que el presidente se percibió como un 'halcón' por parte de la agencia fue en 2022 y 2023, cuando la Fed tuvo que llevar a cabo una de las subidas de tipos más agresivas de su historia para contener el repunte inflacionista que se fraguó desde mediados de 2021.

Habrá que ver cómo gestiona la Fed la disensión. Hasta ahora, parece que los 'halcones' están dominando la retórica en el banco central: esta semana, a pesar de confirmarse los dos miembros que votaron por bajar tipos, el mercado ha borrado de su hoja de ruta la posibilidad de que haya un recorte en la reunión de septiembre, después de escuchar a Powell en la rueda de prensa del miércoles. A medida que se vaya disipando la niebla arancelaria, el consenso en la Fed podría volver a reconstruirse.

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