La cruzada emprendida por la canciller alemana, Angela Merkel, para que los países del euro liguen las subidas de los salarios a la productividad, en lugar de vincularlas a la inflación, se está convirtiendo en una misión imposible. La propuesta/exigencia de la mandataria germana ha sido recibida con notable frialdad por los principales socios de la UE, con la salvedad de Francia, que apoya la propuesta, aunque no la aplique.
Copyright 2006-2018, Editorial Ecoprensa, S.A. | Política de Privacidad | Aviso Legal | Política de cookies | Cloud Hosting en Acens |
Gestión de consentimiento de cookies