La actividad de las empresas de la zona euro durante el pasado mes de julio aceleró su expansión hasta máximos de los últimos cuatro meses, según el índice compuesto PMI, que alcanzó los 50,9 puntos desde los 50,6 del mes anterior.
En el séptimo mes del año, el PMI del sector servicios aceleró su expansión a 51 puntos desde los 50,5 del mes anterior, en máximos de cuatro meses. Mientras, la actividad manufacturera limitó su contracción al mínimo de los últimos tres años, con un PMI de 49,8 puntos, frente a los 49,5 de junio.
Entre las principales economías de la zona euro analizadas, España registró la mejor lectura del PMI compuesto, con 54,7 puntos; por delante de Italia, con 51,5, y de Alemania, con un PMI compuesto de 50,6. Francia, con una lectura de 48,6 enteros, fue la única gran economía de la eurozona que registró contracción en julio. "Este podría ser un buen verano para las empresas de servicios. En Italia y España, la actividad comercial aumentó con mayor fuerza en julio que en el mes anterior, mientras que Alemania, tras varios meses difíciles, ha regresado a territorio de crecimiento", ha destacado Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, quien ha subrayado el "comienzo excepcionalmente sólido" del tercer trimestre en España.
El sector servicios español experimentó una "fuerte aceleración" en el mes de julio, gracias a una mayor demanda del mercado que incrementó el número de nuevos pedidos y la actividad productiva, un impulso que se produjo a nivel nacional, ya que las ventas internacionales siguieron a la baja. El índice PMI de actividad comercial del sector servicios español de HCOB, elaborado por S&P Global y publicado este martes, ha registrado 55,1 puntos en julio frente a los 51,9 de junio, la mejor cifra desde febrero y más de cinco puntos por encima del umbral de crecimiento, situado en 50 puntos.
Las empresas encuestadas achacaron este crecimiento al incremento de los nuevos pedidos que, tras un mes de junio con ligeras caídas, remonta y lo hace, sobre todo, gracias a la demanda interna, que sigue corrigiendo la tendencia a la baja de los mercados internacionales. Precisamente, el contexto internacional es la principal fuente de incertidumbre para los empresarios que, sin embargo, se muestran optimistas de cara a los próximos doce meses, a la espera de un fortalecimiento de las condiciones económicas que respalden la recuperación de ventas y actividad.
Respecto a niveles de empleo, el aumento de las cargas de trabajo y el pronóstico optimista a corto y medio plazo llevaron a los encuestados a la contratación de personal, que ha registrado los mejores datos desde marzo, prolongando así la estela de crecimiento de los últimos tres años.
El aumento de los precios por parte de los proveedores, así como el del combustible -en un contexto de moderación de la inflación en costes de insumos- y los gastos en personal llevaron a las empresas a aumentar sus precios de venta, llevando la inflación al máximo desde mayo de 2024. El economista júnior de Hamburg Commercial Bank Jonas Feldhusen ha explicado que, "a corto plazo, el nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y la UE podría contribuir a reducir parte de esta incertidumbre y podría tener un efecto estabilizador". No obstante, advierte de que "a medio plazo persiste el riesgo de que el Gobierno estadounidense recurra de nuevo a la amenaza de imponer aranceles más altos como palanca de la política económica".