
La crisis del coronavirus está dejando consecuencias en todos los sectores. El inmobiliario también se ha visto afectado y ha tenido que adaptarse y apostar por la digitalización. En el ámbito concreto de la obra nueva ha experimentado cambios de la demanda, precio y el tipo de producto solicitado, según un análisis de RTV Grupo Inmobiliario, que destaca cuáles son las principales consecuencias que está teniendo la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 en la obra nueva.
En este mercado, los precios han seguido creciendo un 4,2% durante el primer semestre del año, por encima de la subida experimentada en la segunda mano, que fue de un 1,8%. La pandemia sanitaria ha acelerado el proceso de desaceleración en el que estamos y, en caso de alargarse, podría generar ajustes de precio. Pese a ello, y debido a que la demanda de obra nueva está por encima de la oferta disponible, y una parte importante está ya vendida sobre plano, desde RTV Grupo Inmobiliario apuntan que la previsión, de cara a los próximos meses, es que la crisis afecte poco a los precios de obra nueva. Aunque es cierto que se retrasará el lanzamiento de nuevas promociones consecuencia del parón económico.
"Los incrementos de precios serán mínimos (si los hay) en los próximos meses, dadas las pobres expectativas macroeconómicas del país y la previsible debilidad de la demanda (consecuencia de la incertidumbre de la evolución económica)", sostiene Vicenç Ramón, director gerente de RTV Grupo Inmobiliario. En resumen, los precios son bastante estables dada la alta profesionalidad del sector promotor comparado con la vivienda de segunda mano en la que predomina el segmento de particulares, que se muestra más inestable.
Otra de las consecuencias principales, destacadas por RTV Grupo Inmobiliario, es que la incertidumbre derivada por la pandemia genera un retraso en la toma de decisiones, especialmente en los proyectos en su fase inicial de venta sobre plano. Sin embargo, se aceleran cuando los proyectos se hallan en una fase avanzada de obra.
Tal y como argumenta Ramón, "esto nos ha ocurrido en la zona del Maresme, en los alrededores de Barcelona, donde la pandemia ha acelerado la comercialización de uno de los proyectos (el de Llavaneras), dado que es un proyecto con amplias zonas comunes (piscina, gimnasio), amplias terrazas y con pisos de superficies mucho mayores de los que puedes encontrar en la gran ciudad, y está en una fase de entrega inmediata, que la gente podrá ya disfrutarlos si nos vuelven a confina".
Camino al extrarradio
La aceleración en la implantación del teletrabajo por parte de las empresas es otro de los efectos a raíz de la situación sanitaria. Esto conlleva que haya un previsible éxodo hacia el extrarradio de las grandes ciudades. Y es que el emplazamiento de la vivienda pasa a ser más secundario, ya que por el mismo presupuesto disponible se puede optar a zonas con mayor calidad de vida y con un mejor producto (más superficie de metros cuadrados, zonas comunitarias, disponen de terrazas amplias y jardines, luz natural o espacio interior amplio para el teletrabajo).
De este modo, provoca cambios del producto solicitado. Se busca en zonas de la periferia más cercana un producto mejor y que ofrezca una mayor superficie. El confinamiento también ha hecho valorar los exteriores, por lo que zonas como los jardines, las terrazas y las zonas comunitarias han cobrado mucha importancia (piscina, gimnasio, etc).