
Las nuevas viviendas que se construyan en el País Vasco deberán cumplir con las exigencias que incluirá el Decreto de Habitabilidad que ultima el Gobierno regional y entre las que se encuentran una superficie mínima de 35 metros cuadrados y la obligación de contar con terraza.
El consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, ha presentado este viernes las líneas estratégicas del proyecto que prevén aprobar antes de que acabe el año para mejorar los estándares de la vivienda y cumplir con la ley de la vivienda de 2015. La norma establecerá unas exigencias mínimas para las viviendas de nueva construcción y para las que se vayan a reformar o rehabilitar. En el caso de estas últimas, si no fuera posible cumplir por la morfología del edificio, el propietario podrá solicitar al ayuntamiento un procedimiento de exención de esos requisitos.
Influencia de la pandemia
Si de los errores se aprende, de una crisis sanitaria como la provocada por el covid-19, también. De ahí que el decreto que se ultima en el País Vasco establezca como requisito que la vivienda cuente con terraza de al menos 4 metros cuadrados y 1,5 de fondo o que las habitaciones tengan un tamaño mínimo 10 metros cuadrados por si se diera de nuevo la circunstancia de tener que usarla como despacho desde el que teletrabajar o zona recreativa en caso de confinamiento: "Nuestra casa ha sido nuestro refugio y también nuestro lugar de trabajo, de estudio y de ocio", ha recordado el consejero vasco.
Al respecto de las terrazas y balcones, Arriola ha indicado que "ya no se contabilizarán en la edificabilidad" por lo que se podrían instalar en aquellos edificios ya construidos que carezcan de estos espacios al aire si la comunidad de vecinos así lo acuerda y el ayuntamiento correspondiente lo autoriza.
Mínimo 35 metros y totalmente accesible
Según el decreto, la superficie mínima de las nuevas viviendas no podrá ser menor de 35 metros cuadrados útiles, que, según Arriola, "son los que se consideran suficientes para acoger una cocina de 7 metros, un espacio de estar de 14 metros, una habitación de 10 metros y un aseo de 3,5 metros cuadrados".
Además, la norma obliga a hacer accesibles todos los espacios del edificio y plantea que todas las viviendas puedan ser adaptadas a las necesidades de las personas a lo largo de la vida, es decir, que queden abiertas a reformas para adaptarlas a personas con problemas de movilidad o dependientes. De ahí que se marquen unas dimensiones mínimas por estancia y se vayan a reservar pisos en cada nueva promoción a personas con movilidad reducida.
El decreto también incorpora la perspectiva de género. El diseño de los nuevos edificios deberá evitar recovecos y ángulos ciegos que creen inseguridad y se integra al máximo el espacio estar-comedor-cocina, con el fin de que las tareas del hogar sean visibles y puedan ser compartidas por el conjunto de la unidad familiar.
Los ayuntamientos tienen dos años para adaptarse
Por último, Arriola ha indicado que los consistorios tendrán un plazo de dos años para adaptar sus ordenanzas municipales al nuevo decreto.
Una vez garantizados esos requisitos mínimos, ha explicado Arriola, el Gobierno vasco insta "promover la máxima libertad en el diseño y construcción de los inmuebles" para favorecer la innovación en la edificación.