
La crisis de la vivienda del alquiler no se ha visto mejorada por la Ley de Vivienda, sino todo lo contrario, se ha visto empeorada por la incertidumbre que ha provocado tanto a propietarios como inversores, según han concluido los ponentes de la tercera y última mesa titulada Alquiler: entre la crisis habitacional y la rentabilidad del inversor, de la V edición de la Gran Jornada Inmobiliaria, organizada por elEconomista.es
"La ley de la vivienda lo que ha provocado es una mayor percepción de inseguridad jurídica, lo que tiene un efecto directo en los inversores y normalmente, cuando hay miedo deja de haber inversión, nosotros lo que estamos viendo es producto que se ha desarrollado en Cataluña, que no tiene salida lo que ha provocado es que determinados mercados sean ilíquidos", ha comentado la managing director de Nuveen, Marta Cladera de Codina sobre la regulación impuesta por la Generalitat.
Esta es una idea secundada por Javier Galán, socio de Real Estate en Fieldfisher. "Lo primero que hacen los inversores es contratar unos abogados y dicen: ¿Cómo va a ser mi inversión a nivel legal? ¿Me van a estar cambiando las reglas del juego constantemente? ¿Voy a poder ofrecer un retorno a mis inversores? ¿Voy a tener un payback razonable o voy a tener una seguridad? Y eso no se está produciendo".
Esta situación ha provocado, en opinión de los participantes de la mesa, que se frene la inversión en vivienda en determinadas zonas, donde es necesario el incremento de la oferta para doblar la curva en el incremento de los precios ante un aumento desmedido de la demanda, y es algo que escapa de la ley y la discusión política actual. "Si los mercados son ilíquidos, los inversores no entramos. Es una cosa muy básica. Pues doy un ejemplo, en Nuveen Real Estate, que es uno de los mayores fondos a nivel inmobiliario del mundo. Hemos invertido 500 millones de euros de equity en España en vivienda y tenemos como unos 150 millones para invertir en los próximos 18 meses. ¿Cuánto vamos a invertir en zonas tensionadas? Cero", ha zanjado Cladera de Codina.
A esto se suma otras vertientes de la ley que han generado incertidumbre a pequeños propietarios e inversores, como la limitación del precio del alquiler que se aplica en ciudades como Barcelona, donde, según ha recordado Miguel Ángel Peña, CEO Residential en Grupo Lar, se han retirado hasta unas 150.000 viviendas del mercado. "El dato mata relato, entonces, ya no es el fondo, que es un buitre, o el inversor, que es un especulador y un canalla ¿Quién va a poner en alquiler una vivienda en Barcelona? Te pueden vender un dato, eso sí, probablemente han bajado los precios, porque como lo que queda ya no lo quiere nadie, pues vale cero. Ese es el efecto".
También se ha debatido el cómo los propietarios de un piso en alquiler "se enfrentan a una mayor burocracia y al temor de quedar atrapados entre figuras legales que no comprenden. "El mercado del alquiler ha sufrido una reducción drástica y dramática de la oferta, muy pocos propietarios particulares se atreven a poner sus viviendas en el mercado", ha explicado a Antonio Carroza, presidente de Alquiler Seguro. Pocos inversores, sobre todo internacionales, se atreven a acceder al mercado español, apostando por el alquiler".
Javier Galán ha acusado que los propietarios que se "han comprado cinco pisos y cuatro plazas de garaje, son considerados ahora 'un gran tenedor'; una persona que está canalizado los ahorros del trabajo de toda su vida, los meten en el mismo saco que a un fondo de inversión que tiene 30.000 activos".
La otra cara de la moneda es la falta de impulso que el sector señala que pueden sufrir otro de otros modelos que cada día tienen más demanda por parte del mercado, como es el flex living, que ofrece alquiler de vivienda en cortas estancias con servicios integrados y que puede dar salida a una porción de la demanda que busca estos esquemas. "Está claro que tenemos un problema de vivienda, pero no escuchamos la demanda. La demanda busca flexibilidad, servicio, atención, experiencia, un producto distinto para ponerlo en el mercado", ha afirmado Carlos Escoda, CEO de SmartRental Group.
Escoda se ha lamentado de que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) afecta también a estos nuevos modelos "por el ruido" que se genera. "Porque parece que los apartamentos turísticos son los culpables de que no haya vivienda y que parece que el flex living no pasa de ser algo que más que un apartamento turístico, y es otra cosa distinta". En este sentido, el directivo ha criticado que no exista un marco regulatorio atractivo que ofrezca incentivos para la inversión. "Hay mucho apetito de inversor y nosotros estamos como un player de operador apostando por ese modelo".
Desaprovechar una ventana de oportunidad
Además, los participantes de la mesa han vaticinado que se está desperdiciando una "oportunidad histórica" para España, donde existe una gran atracción para la inversión inmobiliaria. "Hay una ventana de oportunidad que estamos de moda, que todo el mundo quiere invertir aquí", ha subrayado Peña de Grupo Lar.
A esto ha suscrito la managing director at Nuveen. "España está de moda desde el punto de vista del inversor internacional, es el top 2, para invertir desde el mercado capital, con lo cual estamos haciendo algo diferente. El producto que estamos creando es diferente, es muy bueno. Yo creo que tenemos que tener esa nota positiva. Y desde nuestro punto de vista, nosotros vamos a seguir invirtiendo en España en soluciones a la vivienda. Vamos a seguir invirtiendo, pero no vamos a invertir en zonas tensionadas. Y yo, la previsión que hago para la vivienda alquilan los próximos años es que el precio lamentablemente va a seguir subiendo".