
El cartel de "se vende" o "se alquila" ha sido durante años una imagen icónica en balcones, ventanas y portales de toda España. Sin embargo, esta escena se ha vuelto cada vez más escasa; de hecho, solo un 10% de las viviendas utiliza actualmente este método para anunciarse.
Son estimaciones de la red Alfa Inmobiliaria, que achaca este comportamiento a varias razones. En primer lugar, la popularización de los portales inmobiliarios, que permiten acceder a información mucho más amplia y segmentada. "Ha sido determinante en este cambio", dicen. Además, las agencias inmobiliarias han introducido en sus métodos de trabajo herramientas tecnológicas como visitas virtuales, sistemas de video marketing, CRM y chatbots, que no solo facilitan el acceso a clientes y propiedades distantes geográficamente, sino que también mejoran la experiencia del usuario y aumentan la probabilidad de cerrar operaciones.?
En opinión de la red inmobiliaria, otro factor que ha contribuido al declive de los carteles físicos es la creciente preocupación por la ocupación de viviendas. Colocar un cartel visible puede facilitar la identificación de inmuebles vacíos o deshabitados, convirtiéndolos en objetivos prioritarios para la ocupación ilegal.
"El uso de carteles físicos actualmente es muy minoritario. Su desaparición simboliza el fin de una era y el inicio de otra, marcada por la digitalización, la profesionalización y la preocupación por la seguridad", afirma Antonio Pérez de la Torre, director general de Alfa Inmobiliaria. "Hoy, para vender una vivienda es necesario desplegar una estrategia comercial apoyada en la tecnología, capaz de llegar al comprador adecuado en el momento preciso y con la máxima seguridad y transparencia", añade.?
Aunque su uso ha caído en picado, el cartel de "se vende" o "se alquila" no ha desaparecido del todo. Sigue siendo útil en pueblos pequeños, zonas rurales o en barrios donde el boca a boca y la visibilidad directa aún tienen peso. En estos contextos, un simple cartel puede generar interés sin necesidad de intermediarios. No obstante, todo apunta a que su función será cada vez más testimonial. El cartel ha dejado de ser el canal principal de difusión para convertirse en un complemento ocasional dentro de una estrategia más amplia y digital.