Vivienda - Inmobiliario

La presión del alquiler bate récords: guerra abierta por conseguir piso, oferta en mínimos y precios desorbitados

  • Barcelona es la provincia donde más creció la presión 
  • Nueve provincias tienen precios superiores a los 1.000 euros de media
Escaparate de una agencia inmobiliaria con anuncios de pisos en venta o alquiler | iStock

2024 ha sido uno de los años de mayor transformación del mercado del alquiler en España. Un ejercicio marcado por los "desequilibrios", y que se resume -a grandes rasgos- en un desplome de la oferta, mayor demanda y el consiguiente alza de precios. De media, 124 personas se interesaron por cada piso que salió al mercado; mientras que la oferta de inmuebles se redujo un 12% en tan solo un año, hasta las 96.512 unidades. La consecuencia de este creciente desajuste es el inevitable aumento de los precios: los inquilinos pagan una media de 1.118 euros de alquiler, un 11,2% más que hace un año.

Son datos del Barómetro del Alquiler de 2024, un estudio de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, que corona a la provincia de Barcelona como la zona con mayor presión: tiene una media de 421 interesados por inmueble en un plazo de diez días, frente a los 81 de hace un año. Para los expertos, este incremento tiene una explicación clara: refleja las tensiones que ha generado en el mercado barcelonés el control de precios en las zonas tensionadas. Según el informe, "la limitación de los precios ha sacudido el alquiler en esta provincia, ahondando aún más en la competencia que encuentran los inquilinos para encontrar una vivienda y en el desequilibrio entre la oferta y la demanda".

El efecto centrífugo de lo sucedido en Barcelona se extiende también a otras provincias de su entorno, donde también se aplican las medidas vigentes en las zonas declaradas tensionadas. Así, en Girona y en Tarragona la presión también ha subido por encima de los 100 interesados por oferta en 10 días. En la primera, el número de contactos que recibe una vivienda que sale al mercado ha pasado de los 32 de 2023 a los 104 de 2024, mientras que, en la segunda, el incremento ha sido de 13 a 92.

En el País Vasco, por su parte, la situación también se ha recrudecido. Aquí, tan solo el municipio de Rentería ha sido reconocido como zona tensionada, si bien las autoridades autonómicas ya han anunciado que planean extender la medida a otras localidades próximamente, incluidas las tres capitales. Estas declaraciones han tenido un gran impacto negativo en la región, contribuyendo a disparar la presión en las tres provincias.

Vizcaya se sitúa como la segunda provincia con mayor nivel de presión en el alquiler, con 191 contactos por vivienda, frente a los 43 del año pasado. El crecimiento también ha sido muy significativo en Álava, que ha pasado de 26 interesados en 2023 a un total de 111. En Guipúzcoa también ha aumentado la presión, con una subida de 31 a 95, explica el informe de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos.

Además de estas provincias de Cataluña y el País Vasco, la presión del alquiler también se encuentra en niveles muy altos de desequilibrio en otras zonas, especialmente en las grandes ciudades y las áreas costeras con mayor peso del turismo. Se trata de lugares como Valencia (125 interesados por vivienda), Baleares (124), Madrid (109), Santa Cruz de Tenerife (94), Las Palmas (90), Alicante (84), Sevilla (73), Málaga (71), Guadalajara (69) o A Coruña (62).

Caída "dramática" de la oferta

La oferta disponible de vivienda en alquiler mantiene una tendencia a la baja desde hace años, que la incertidumbre jurídica y la entrada en vigor de medidas como las zonas tensionadas han agravado este año. En total, en 2024 salieron al mercado 717.338 inmuebles, 96.512 menos que el año pasado.

El mayor desplome lo ha registrado la provincia de Barcelona, donde la oferta ha disminuido en 37.043 viviendas, es decir, un 38,7% del total. El control de los precios del alquiler ha desplomado la oferta en esta provincia, agravando una tendencia que ya se venía registrando desde hace años. Si en 2019 salieron al mercado barcelonés 170.764, es 2023 se redujeron a 132.259 y este último año han caído a 95.216.

Además de en Barcelona, las mayores reducciones de oferta se han producido en provincias como Alicante (7.992 viviendas menos que en 2023), Asturias (-6.291), Vizcaya (-5.702), Las Palmas (-3.995) o Sevilla (-3.105).

Precios de más de 1.000 euros

El desequilibrio entre una oferta menguante y una demanda creciente ha encarecido los precios del alquiler hasta niveles nunca antes registrados en la mayoría de las provincias de España. De media, los inquilinos españoles pagan 1.118 euros por el arrendamiento de una vivienda. Pese a que nueve provincias superan los 1.000 euros, la realidad es que existen grandes disparidades entre territorios, con algunas zonas donde acceder a un hogar resulta mucho más asequible.

La provincia más cara para vivir de alquiler es Barcelona, con una media de 1.604 euros, seguida de Baleares, con 1.598 euros, y Madrid, con 1.495 euros. Completan la lista de lugares más caros para vivir de alquiler Guipúzcoa (1.430 euros), Vizcaya (1.232 euros), Málaga (1.191euros), Las Palmas (1.070 euros), Valencia (1.044€) y Santa Cruz de Tenerife (1.031 euros).

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