
La construcción de vivienda libre en el área metropolitana de Barcelona (AMB) se ha desplomado más de un 60% en los últimos veinte años. Esa es una de las conclusiones del informe La metrópolis de Barcelona. Invertir, trabajar y vivir elaborado por el Gabinete de Estudios de la Cámara de Comercio de Barcelona. La atonía del sector inmobiliario contrasta, sin embargo, con la vitalidad económica de la zona de influencia de la capital catalana que se atestigua en los índices de captación de inversiones en salud y tecnología y la salud de las exportaciones.
Sin duda, la asignatura pendiente en Barcelona y su área metropolitana es la vivienda. El número absoluto de viviendas terminadas en 2023 creció ligeramente hasta 5.274 unidades, que suponen casi el 40% de todas las viviendas construidas en Cataluña. Pero la cifra queda a años luz de los 13.768 inmuebles entregados en 2004, en pleno boom del ladrillo. También han caído en picado las viviendas de protección oficial terminadas en el AMB, desde 3.031 en 2024 hasta 1.400 en 2023.
"Estamos comparando los datos del boom, antes del pico de la crisis financiera, con la situación actual. Otra comparativa sería poner en relación la oferta de viviendas con la cantidad de hogares que se crean", plantea Carme Poveda, directora de análisis económico de la Cambra. La economista llama a poner las medidas para impulsar tanto la vivienda protegida como para agilizar los trámites urbanísticos que posibiliten el regreso de las grúas.
Imán para inversores
Pero la radiografía elaborada por la corporación arroja resultados más positivos. En concreto, la fortaleza del área metropolitana de la capital catalana en cuanto a captación de inversión tecnológica. En el periodo 2015-2024, el ecosistema emprendedor de la ciudad recibió 6.300 millones de dólares, una cifra muy superior a la recibida en la década anterior (1.000 millones).
De hecho, Barcelona se sitúa actualmente como la octava ciudad europea en atracción de inversiones tecnológicas internacionales. La competitividad en precios, la colaboración público-privada y las buenas comunicaciones son algunos de los factores que explican este imán para los capitales.
En el ámbito concreto de la salud, la capital catalana es la única urbe española que se halla en la clasificación EMEA en captación de inversión global, ocupando la decimosegunda posición (la novena si se atiende al subsector de las tecnologías aplicadas a la salud). Además, Cataluña se ubica en tercer puesto, solo por debajo de Suiza y Países Bajos, respecto al número de publicaciones por millón de habitantes sobre terapias avanzadas en los principales países europeos en los últimos diez años.
Estos datos tienen su reflejo en el efecto seductor de la Ciudad Condal para los profesionales foráneos. Según el Decoding Global Talent publicado por BCG, Barcelona es la octava capital del mundo con mayor atractivo para trabajar en el extranjero. Incluso avanza una posición respecto a la edición anterior del índice.
También son positivos los números en el capítulo de las exportaciones, si bien en este caso las cifras corresponden a la provincia de Barcelona. En 2023, la demarcación contabilizó un volumen de exportaciones por 78.627 millones de euros, el 20% del total nacional. El número de empresas exportadoras regulares rozó las 15.000, cifra récord y el 28% del total de España.
Pese a la relevancia del sector servicios, la suma del músculo exportador y el polo creado entorno a la salud, aderezada con la agenda de congresos y eventos impulsada por la actividad de la Fira, han logrado diversificar el modelo económico de la capital catalana en los últimos veinte años.
"Barcelona ha cogido el tren de la tecnología y la innovación convirtiéndose en la capital de la investigación científica y tecnológica del Estado, mientras que Madrid está especializada en otros sectores. Los datos así lo confirman", resume Poveda.
Generación de riqueza
¿Cuál es el impacto de este nuevo mix económico en el bolsillo de la ciudadanía? Actualmente, el AMB representa el 55% del PIB catalán, lo que significa que de cada dos euros generados en la comunidad, más de la mitad se producen en los 36 municipios que integran este territorio.
En 2023, el área metropolitana tenía un nivel de PIB per cápita de casi 45.000 euros, un 35% más alto que en 2015. Este crecimiento supera el registrado en el conjunto de Cataluña durante el mismo periodo (29%) y se acerca a la media de la Unión Europea (38%). Para hacerse una idea de la riqueza generada en el AMB, su PIB es homologable con el de las regiones donde se ubican grandes ciudades como Innsbruck, Milán y Berlín, y supera al de la Comunidad de Madrid.