
Enésimo plan de Australia para destensar el mercado inmobiliario. El Senado australiano ha aprobado este martes un proyecto de ley para los próximos cuatro años por el que unos 40.000 ciudadanos podrán comprar su primera vivienda con ayuda del Estado.
El plan del Gobierno laborista pretende beneficiar anualmente a 10.000 compradores a los que ayudará a adquirir parte de sus viviendas. Si son nuevas, el Estado pondrá el 40% y en el caso de las de segunda mano, el 30%, según se detalla en el proyecto de ley ya publicado en la web del Parlamento.
Para poder ser uno de los beneficiarios de la medida, los compradores deberán adquirir la vivienda para residir en ella y sus salarios anuales no podrán ser superiores a 90.000 dólares australianos (algo menos de 56.000 euros) o 120.000 dólares australianos (unos 74.000 euros) en conjunto entre los ingresos de una pareja.
El plan sigue a otras iniciativas de copropiedad estatal de la vivienda ya existentes en el estado australiano de Nueva Gales del Sur, Reino Unido o Irlanda.
Tras el visto bueno del Senado, el proyecto de ley deberá pasar la votación en la Cámara baja, donde no se prevén problemas ya que el Partido Laborista cuenta con la mayoría. De hecho, el parlamentario laborista y secretario de Estado de Competitividad y Tesoro, Andrew Leigh, ha celebrado la aprobación de la ley en el Senado con el apoyo de los Verdes, ya que los laboristas no tiene mayoría en esta cámara.
Se trata de la última medida del Gobierno dentro de sus planes para facilitar el acceso a la vivienda, que incluye la promesa de construir 1,2 millones de unidades para el 2030 y fomentar la propiedad. En concreto, el proyecto es una promesa electoral de 2022 del Gobierno del primer ministro, Anthony Albanese, para hacer frente a la tensión de la vivienda en Australia propiciada por altos precios y la escasez de stock en grandes ciudades como Sidney, Melbourne o Brisbane.