Madrid como ejemplo en materia urbanística. Los nuevos desarrollos de la capital española están despertando el interés de países de todo el mundo. Buen ejemplo de ello es que la Junta de Compensación de Los Berrocales, uno de los Desarrollos del Sureste, ha recibido este jueves a los representantes de la Corporación de Desarrollo de Chungcheongnam-do (CDC), una de las nueve provincias de Corea del Sur encargada de promover y gestionar los desarrollos inmobiliarios en esa región del gigante asiático.
La visita se produce en el marco de una gira mundial de aprendizaje y estudio de las mejores prácticas en el desarrollo inmobiliario urbano. Los Berrocales está ubicado en el distrito de Vicálvaro y cuenta con más de 8 millones de m2 en los que se promoverán 22.285 casas, la mitad de ellas en régimen de protección pública.
Precisamente, los representantes de CDC han mostrado su admiración por el proyecto de Berrocales, agradeciendo la colaboración y el aprendizaje obtenido, especialmente del modelo de desarrollo, de la profesionalidad en la gestión y de la colaboración público-privada, que permite el desarrollo de más de un 50% de vivienda con algún tipo de protección, que sin duda podrán poner en práctica en los numerosos proyectos en desarrollo en esa provincia de Corea del Sur.
El nuevo barrio de Berrocales contará con más de 2 millones de m2 de zonas verdes transitables a través de corredores verdes y carriles bici, y dispondrá de áreas de negocios, zonas industriales-logísticas y espacios para equipamientos y servicios públicos y privados como colegios, hospitales o polideportivos.
Impacto económico
El proyecto Berrocales supondrá una inversión total de unos 5.279 millones de euros y la generación estimada de 206.500 empleos totales en España, según el Informe de Impacto económico, elaborado por PwC. El impacto acumulado en el PIB de la ciudad de Madrid y de la Comunidad de Madrid será de más de 8.700 millones de euros y supondrá la generación de más de 167.000 empleos acumulados, entre directos e indirectos, considerando las distintas fases del proyecto (urbanización, edificación y explotación).
"El hecho de que el proyecto sea por fases tiene muchas consecuencias desde el punto de vista urbanístico, pero también permite generar un impacto económico sostenido en el tiempo. El empleo y la actividad económica serán de calidad", explicaba Jordi Esteve, socio responsable del Economics en Strategy & consultora estratégica de PwC, en la presentación del informe el pasado año.