
La gestora hispano-suiza Stoneweg, dirigida por Jaume Sabater, está de aniversario. La compañía cumple nueve años con una cartera centrada en España en el sector hotelero y residencial. También ha lanzado un vertical dedicado a la inversión en activos culturales y lúdicos. Sus objetivos a corto plazo incluyen la digestión de la compra de Cromwell, que les llevará a doblar su volumen, así como el crecimiento en el negocio del flex living.
¿Cómo se reparte actualmente su portafolio en España y qué objetivos tienen para 2025?
Rondamos los 2.000 millones de euros con dos estrategias principales. Por un lado, inversión residencial, con cerca de 1.000 millones, y por otra, en el sector hotelero, con 500 millones. Hay una tercera línea de negocio que es la inversión en financiación alternativa. Lo que hacemos es dar financiación a otros promotores o sponsors de proyectos. Nuestro objetivo como grupo de inversión en el 2025 está alrededor de los 1.000 millones, de los que aproximadamente la mitad serán en España con un enfoque especial en residencial. En 2025 prevemos alcanzar la cifra de 10.000 millones bajo gestión a nivel global.
Tienen exposición sobre todo en Barcelona, Madrid y Levante.
Depende de tipología de activo, pero sí, efectivamente. Hemos desarrollado en la Costa Brava y más vinculado a nuestro portafolio hotelero tenemos exposición en zonas consolidadas como Marbella, Baleares y Canarias.
¿Qué valoran a la hora de elegir los hoteles de su cartera?
Tenemos una estrategia basada en buscar el reposicionamiento de activos en zonas consolidadas. Apostamos por hoteles a través de los cuales se puedan vivir experiencias en un rango de cuatro a cinco estrellas. Hay activos que tienen esta necesidad de renovación, que no han sido operados profesionalmente.
¿Son alojamientos de gestión familiar? ¿Qué inversión media llevan a cabo en estos hoteles?
En muchos casos son alojamientos de gestión familiar que posiblemente no estaban vinculados a una marca internacional o un grupo que los está operando efectivamente. Cada caso es distinto, pero hay una inversión de entre el 30% y el 35% que va destinada al capex efectivo para el reposicionamiento.
Y luego buscan un padrino para la gestión. ¿Tienen algún acuerdo con una gran cadena?
No. Trabajamos con distintas cadenas y en cada situación miramos cuál es la mejor combinación de marca y operador, en algunos casos con un contrato de alquiler variable y en otros con un contrato de gestión. Por ejemplo, en el hotel Hard Rock en Marbella se ha hecho una reforma significativa reposicionando el activo para que pase a ser marca Hard Rock operado por Palladium.

En Barcelona se quieren cerrar los pisos turísticos y no se plantea ampliar la planta hotelera. A la vez, parece que en principio habrá ampliación del aeropuerto. ¿Cómo ve la oferta turística de la ciudad?
Barcelona es una ciudad con un enorme atractivo. Entendemos que se debe seguir apostando por el turismo, pero se tiene que dar más relevancia a la calidad antes que a la cantidad. Y esto requiere de una oferta hotelera acorde con lo que busca este público. No es solo pensar en Barcelona, sino también en su área metropolitana. Hay muchas iniciativas privadas que buscan que Barcelona se posicione como un referente y nosotros queremos ser partícipes y tener un rol activo. Hemos financiado un desarrollo hotelero en Viladecans que está siendo operado por Marriott. Es una zona donde no hay oferta hotelera pero existe una demanda real vinculada a las aerolíneas con cientos de personas que llegan para seguir formaciones. Este público no necesita ir al centro, pero sí necesita una oferta de calidad.
Stoneweg tiene una apuesta decidida por el flex living.
En el sector residencial es el área de inversión en la que más estamos apostando. El modelo de flex living cambia la dinámica del uso del alquiler residencial para, por un lado, colocar las necesidades del inquilino en el centro y ofrecerle un espacio vital donde tenga zonas comunes como cabinas de relajación, espacios verdes... y añadirle al mismo tiempo un componente tecnológico al edificio para que sean conscientes de sus consumos. Creemos que hay una demanda muy relevante, que hay falta de oferta y que apostar por el desarrollo de este tipo de viviendas es necesario.
Han firmado un mandato para levantar 300 millones en flex living. ¿Serán para un nuevo fondo?
Eso es para seguir creciendo en el portafolio actual. En España, tendremos una planta de 850 unidades de flex living cuando terminemos los desarrollos en curso. Cuando se levante este capital, tendremos alrededor de 4.000 viviendas. La actividad residencial en alquiler es muy relevante para nuestro grupo. La planta de unidades globalmente gestionadas es de 10.000.

En el sector residencial, además, cuentan con Stoneweg Living.
Es nuestro negocio de promoción residencial. Nuestra estrategia de desarrollo residencial ha combinado tanto la compra de suelo y el desarrollo total de obra nueva como la rehabilitación. Hemos tenido el foco en las zonas que hemos mencionado anteriormente. Seguimos activos y esperamos poder iniciar nuevas promociones en Barcelona y su área metropolitana.
En alguna ocasión, han hablado de llevar el modelo de coworking al sector industrial. ¿Esto en qué se traduce?
Esta idea no es solo un concepto, es una realidad que por ahora estamos aplicando en el mercado suizo. Hemos hecho desarrollos de activos para uso industrial bajo una marca denominada Beezi. Son activos industriales donde se opta por unos espacios centrales con zonas y servicios comunes como restauración, gimnasio... así las compañías pueden tener un mayor ratio de retención de cara a sus empleados porque se sienten en un entorno mucho más acogedor. Nosotros no solo nos encargamos del desarrollo del edificio, sino también de la gestión de esa zona común para que los inquilinos tengan satisfacción de pertenecer a esa comunidad. Queremos que nuestra presencia en España incluya inversión industrial y logística y, dentro de la parte industrial, pensamos en activos donde el concepto Beezi se adapte y funcione.
¿Qué supone para Stoneweg la compra de Cromwell? ¿Cómo agranda el grupo a nivel de activos y operativa?
De entrada es una transacción que nos permite ganar un volumen de activos gestionados, pasando de 4.000 a 8.000 millones en activos bajo gestión, con una grandísima complementariedad. La operativa de Cromwell está en Europa en países donde a día de hoy Stoneweg no está presente. Vamos a tener operativa en Francia, Alemania, Países Bajos, Reino Unido y Europa del Este. Y a nivel de estrategia de inversión, supone un foco en industrial y logístico representando prácticamente el 70% de activos gestionados. Por lo tanto, pasaremos a ser un grupo con una pata adicional de negocio más relevante y tendremos el expertise que nos permita posicionarnos en sectores y países donde anteriormente no estábamos activamente en inversión. Stoneweg pasará a tener más de 300 personas, cuando actualmente somos 140, y añadimos presencia en 12 países.
Su línea de negocio más diferencial es Stoneweg Places & Experiences. ¿Cómo surgió esta idea?
Este vertical de ocio y cultura es una unidad de negocio en expansión en la que llevamos tiempo apostando. Cuando hablamos de las otras líneas de negocio, donde no hay duda de que se construyen edificios, hablamos de que lo que hacemos es crear comunidades. Al final son experiencias porque es donde la gente vive y trabaja. Queremos asociar el continente, el activo, con el contenido. De ahí el nombra de la división. Al final una parte relevante de ese contenido pasa por la cultura, la gastronomía, el ocio... Dentro de Places & Experiences tenemos distintas líneas de expansión. El viernes pasado inauguramos la Taverneta Espinaler en Sant Cugat del Vallès. Espinaler es una compañía catalana histórica que da su primer paso fuera del Maresme con nosotros.
¿Qué más iniciativas han desplegado?
Tenemos también el Imax de Barcelona, donde se ha recuperado un edificio abandonado y se ha reconvertido en un centro de divulgación cultural de la Copa América. Ayer inauguramos en Nueva York la primera exhibición inmersiva de Johnny Depp, que no solo es un actor de cine sino también es un pintor y fotógrafo. Va a ser la primera exposición inmersiva de su obra y tenemos la intención de traer este contenido a España. Y, evidentemente, nos hace especial ilusión el Museo Carmen Thyssen de Barcelona y, al mismo tiempo, en L'Hospitalet de Llobregat trabajamos en la reconversión de la fábrica Godó i Trias.