
La crisis de la vivienda es un problema global desde que estalló la Gran Recesión en 2008, aunque entre 2012 y 2020 el precio de la vivienda registró mínimos históricos. Sin embargo, y desde entonces, varios factores han provocado una nueva tendencia alcista sin previsión, de momento, de descender a corto plazo.
En el caso de España la situación ha llevado a tomar medidas en algunas ciudades tales como la implantación de ayudas hipotecarias para los más jóvenes o la aplicación del Índice de referencia para topar los precios del alquiler (de momento solo Cataluña lo ha puesto en marcha). Por su parte, en el país vecino una de las medidas estrella ha sido la eliminación de la Golden Visa que otorgaba visa de residencia portuguesa y europeo para todos aquellos inversores extranjeros que desembolsaban en el país una cierta cantidad de dinero.
Durante los últimos años, la Golde Visa de Portugal, así como beneficios parecidos también en España, han puesto de manifiesto la inaccesibilidad al mercado inmobiliario debido a la especulación y las zonas tensionadas que ello provocaba de ahí la decisión de suspender la medida lusa que llevaba en vigor desde el año 2012.
Y aunque la situación de los países 'hermanos' es muy similar, poco se habla de que el contexto inmobiliario luso está en peores condiciones que el español. Quizá por la notoriedad de Madrid y Barcelona al turismo internacional por encima de Lisboa y Oporto, la realidad es que las ciudades lusas han experimentado en los últimos meses un crecimiento casi descontrolado en el precio de la vivienda.
La vivienda en Lisboa es un 62% más cara que en Madrid
Según reflejan los datos ofrecidos por el portal inmobiliario Idealista, el precio medio de la vivienda en España en julio de 2024 se situaba en los 2.153 euros por metro cuadrado, frente a los 2.654 €/m2 de Portugal. Una diferencia considerable que se ve acentuada cuando el foco es en las capitales: a día de hoy en la comunidad de Madrid el metro cuadrado ronda los 3.500 euros, casi un 38% menos que en la región de Lisboa, que ya supera los 5.600 euros.
Y tras Lisboa, la segunda ciudad más cara de Portugal es Oporto, con apenas la mitad de los habitantes que la capital (215.000) pero con unos precios que superan los 3.560 €/m2 y que aún superan los de Madrid, al igual que sucede también en la ciudad de Funchal, en la Isla de Madeira (3.500 euros).
Esta tendencia alcista podría derivar en una burbuja inmobiliaria que tendría como resultado una situación económica de recisión parecida a la de 2008, aunque por el momento, ni en España ni en Portugal, se esperan contextos similares. No obstante, y aunque el aumento de los precios no está del todo justificado, existen diversos factores que han provocado que el valor del suelo de Lisboa y Oporto se sitúe muy por encima de Madrid y también Barcelona. Incluso, la capital lusa supera con creces el precio de San Sebastián, la ciudad más cara de España con unas cifras que superan los 5.500 €/m2.
Con todo, el riesgo de sufrir una burbuja inmobiliaria sigue presente, tal y como reconoce el exministro luso de Economía, Carlos Tavares, quien además reconoce algunas similitudes entre la situación de 2008 y la actual, ya que "los precios de la vivienda estaban, a finales de 2022, en torno a un 75% por encima del 'pico' observado cuando estalló la crisis financiera en 2007/2008". Esta subida fue "apoyada en gran medida por los efectos de la política monetaria y de la oferta de crédito, característica típica de las burbujas", subraya en un estudio sobre la vivienda publicado por el Observatorio de Políticas Económicas de Sedes de 2023.
Un mes de alquiler igual a un salario
El salario mínimo interprofesional en España es de 15.876 euros, aunque se estima que los españoles ganan una media de 27.000 euros anuales. Según el portal Fotocasa, y en referencia a las cifras de julio, un piso en alquiler de 70 m2 cuesta de media en nuestro país algo más de 1.000 euros, por lo que el arrendamiento en algunos casos supera la nómina mensual del SMI en 12 meses, que se establece 1.323 euros brutos.
Los mismos pasan en Portugal, pero de forma mucho más acuciada. Recordemos que el SMI luso tuvo una revisión hace apenas dos meses hasta los 11.480 euros al año, aunque totalmente insuficiente teniendo en cuenta el contexto económico del país y más aún del mercado inmobiliario.
Lisboa sigue siendo la ciudad donde es más caro alquilar una casa: 21,5 euros/m2. Oporto (17,4 euros/m2) y Funchal (14,6 euros/m2) ocupan el segundo y tercer puesto, respectivamente. Les siguen Faro (12,9 euros/m2), Aveiro (12 euros/m2), Setúbal (12 euros/m2), Évora (11,1 euros/m2) y Coimbra (11 euros/m2).
Las ciudades más económicas para alquilar una vivienda son Castelo Branco (6,8 euros/m2), Viseu (7,2 euros/m2), Leiria (8,1 euros/m2), Santarém (8,3 euros/m2), Viana do Castelo (8,4 euros/m2) y Braga (9,2 euros/m2).