
'Old Oak'. Así se llama el edificio de viviendas compartidas más grande del mundo. Está en Londres, al noroeste de la ciudad y cuenta con 545 pequeñas habitaciones. Aunque los espacios individuales son reducidos, los residentes pueden acceder a servicios y zonas comunes propias de un hotel: SPA, sauna, gimnasio o recepción 24 horas. También dispone de coworking, biblioteca, restaurante, cine y varias salas de juegos. Otro de los atractivos de esta gran comunidad es que ofrece un amplio programa de actividades sociales y eventos culturales.
"Es tu casa, tu lugar de trabajo y tu patio de recreo. Espacios compartidos únicos, un programa de eventos culturales y pequeños detalles como el wifi y la limpieza, todo incluido en una sola factura, independientemente del tiempo que pases con nosotros", explica en su página web The Collective, el promotor privado que puso en marcha la iniciativa en 2016.

La mayoría de los residentes de este inmenso coliving son jóvenes profesionales en busca de una alternativa habitacional más accesible que el alquiler tradicional. De hecho, la City lleva años inmersa en una auténtica crisis residencial donde los precios de las rentas han batido récords y han subido al ritmo más rápido de los últimos diez años.
Los precios en 'Old Oak' oscilan entre las 2.020 libras esterlinas al mes (2.340 euros al cambio) y las 1.250 libras esterlinas (1.460 euros al cambio), aunque varían en función del tipo de habitación, si incluye o no baño y cocina, la planta y la duración de la estancia.

"Nuestros apartamentos de dos dormitorios están equipados con todo lo necesario para que te sientas como en casa y son adecuados para una sola persona, incluida una cama doble pequeña, un espacio de trabajo, mucho espacio de almacenamiento y un cuarto de baño privado. Compartirás la cocina con un vecino, que cuenta con microondas, cocina para dos fuegos y frigorífico con congelador", explica uno de los anuncios.
En todas las opciones de alquiler, los residentes están obligados a dejar un depósito de cinco semanas y a hacerse miembro de la comunidad. Todos los precios incluyen los gastos comunes de agua, electricidad, limpieza quincenal y consejería.