
El Tribunal Supremo de la Comunidad Valenciana ha sentenciado al Ayuntamiento de Valencia a pagar más de 57.000 euros a una pareja que tuvo que abandonar su vivienda y mudarse de casa debido a los ruidos procedentes de un bar que se encontraba bajo su ventana.
Tal y como recoge la página web del Consejo General de la Abogacía Española, esta pareja sufrió durante años los ruidos de ese bar que estaba bajo su edificio y les llevó a marcharse de su casda, vendiéndola por debajo del precio de mercado, con el consecuente perjuicio económico, que se une al físico y psicológico generado por la situación de estrés.
En concreto, la indemnización es de 57.636 euros y se debe a que, aunque el Ayuntamiento realizó acciones como intervenciones policiales y al decreto de órdenes de clausura, la administración local no fue eficaz en su deber de "proteger el derecho al descanso e intimidad en el hogar", según ha afirmado el abogado defensor, Vicente Martínez Verduch. El Ayuntamiento de Valencia también tendrá que pagar los intereses y 1.500 euros en concepto de costas.
Tal y como afirma Verduch en declaraciones recogidas por el Consejo General de la Abogacía Española, las acciones del Ayuntamiento de Valencia no solucionaron "el problema del ciudadano que solicitaba el amparo de la Administración para poner fin a un grave problema que sufría a diario". La pareja experimentó insomnio, ansiedad y daños materiales por la pérdida de dinero en la venta de la vivienda y morales por la violabilidad del domicilio.
En palabras de Verduch, esta sentencia a favor de los ciudadanos podría abrir la puerta a "cualquier tipo de reclamación contra la Administración si no actúa de forma eficaz", no solo ante este caso concreto, que define como de contaminación acústica, "una violación del derecho al disfrute del domicilio y una vulneración de derechos constitucionales".