
Una vez llegada la jubilación, es complicado que una persona quiera meterse en una hipoteca, pero se pueden dar circunstancias personales por las que un jubilado espere a esta fase de su vida para comprarse una nueva vivienda, una meta que puede ser complicada, dependiendo de varios factores.
Hay que tener en cuenta que no todo el mundo se jubila al mismo tiempo. La regla general indica que la edad de jubilación se encuentra en los 65, pero depende del año en el que uno se jubile y de los años que haya cotizado esta cifra puede aumentar. Asimismo, dependiendo de circunstancias concretas se puede solicitar una jubilación parcial, anticipada, flexible, etc. Esto significa que este momento no llega a la vez para todo el mundo.
Cuando llega la jubilación la gente suele tener algún propósito en mente, un objetivo que quiere cumplir, pero… ¿Qué ocurre si la idea de una persona jubilada es comprar una vivienda?
¿Hay hipotecas para jubilados?
Normalmente adquirir un inmueble suele implicar pedir una hipoteca. Al ser una financiación especial se deben cumplir unos requisitos muy concretos, algo que podría afectar a las personas jubiladas.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no existe una hipoteca para jubilados como tal, a diferencia de otros grupos de edad como los jóvenes, que sí que cuentan con préstamos adaptados a sus necesidades. Por lo tanto, estas personas optan a una hipoteca al uso.
En este tipo de financiaciones una de las condiciones que suelen poner las entidades es que, cuando se termine de pagar la hipoteca, el titular de esta no debe tener más de 75 años. Es una manera con la que el banco se asegura de que la deuda va a terminar saldándose.
Por lo tanto, si una persona tiene 65 años y necesita pedir una hipoteca no podrá optar a una con un periodo de amortización superior a los 10 años, puesto que en tal caso cruzaría la barrera de los 75. Esto implica que la cuota que tendría que asumir podría ser mucho mayor de la esperada.
Una cuota mucho mayor
Utilizando el simulador de cuotas del comparador de hipotecas de iAhorro se puede entender mejor el aumento de cuota que puede suponer pasar de una hipoteca de 30 años a una de 15. En el caso de una hipoteca fija de 200.000 euros a 30 años con un TIN del 3,25% (el más bajo del mercado en estos momentos) la cuota mensual se queda en 870,41 euros al mes. Si el periodo de amortización se reduce a 15 años la cuota se elevaría hasta los 1.405,34 euros al mes, 534,93 euros más.
Siguiendo este ejemplo, con una hipoteca mixta a 30 años y un interés del 2,55% TIN la mensualidad sería de 795,45 euros durante el tramo fijo. Al bajar el plazo de devolución a 15 años la cuota se eleva un 40% hasta situarse en los 1.338,45 euros.
Por su parte, la cuota sería de 778,70 euros con una hipoteca variable a 30 años y un TIN del euríbor +0,49%. Al rebajarlo 15 años el usuario tendría que asumir una mensualidad de 1.170,16 euros, 391,46 euros más.
Los datos expuestos indican que en todos los casos el aumento de la cuota es notablemente superior. Hay que recordar que el Banco de España recomienda que la mensualidad de una hipoteca no supere entre el 30% y el 35% de los ingresos del propietario, lo que significa que el usuario deberá dedicar más ingresos a pagar la hipoteca en caso de que esta tenga que devolverse en 15 años.
En definitiva, no existe ninguna ley concreta que no permita a los jubilados pedir una hipoteca. No obstante, las condiciones se endurecen debido a su edad y al riesgo que el banco asume.