
La ciudad de Nueva York ha decidido pasar al ataque en su lucha por reducir el precio de los alquileres, en una subida desbocada y convertidos en un problema gravísimo para las personas que viven allí. Y lo ha hecho poniendo el foco en la principal alternativa de alquiler turístico, Airbnb, a quien ha restringido los alquileres inferiores a un mes de duración.
Tal y como ha desvelado The Wall Street Journal, miles de anuncios de apartamentos en Nueva York están desapareciendo de la web de Airbnb y en muchos otros se está bloqueando la posibilidad de hacer reservas. Todo se debe a la nueva normativa que las autoridades municipales han puesto en marcha y que, avisan, se aplicarán de forma mucho más agresiva desde el 5 de septiembre.
En concreto, se prohíben las estancias por menos de un mes de duración, lo cual cierra la puerta a alquileres de varios días o semanas, periodos de corta duración que son la base del alquiler turístico. La normativa solo permite ese tipo de alquileres si los propietarios que alquilan conviven con las personas que pagan el alquiler y, además, están registrados en un listado que la ciudad ha facilitado a tal efecto.
En paralelo, la nueva ley también obliga a los propietarios de los alquileres a facilitar todo el espacio de la vivienda a los inquilinos y les limita el número de personas que les paguen a la vez a solo dos. Esto tiene el objetivo de limitar, también, el alquiler de habitaciones.
El "veto" a Airbnb y en "no son bienvenidos" de Nueva York
Esta estrategia tiene el objetivo claro de desincentivar el alquiler a corto plazo, es decir, el alquiler turístico, para poner freno a la escalada de los precios de los alquileres. Y así se lo toma la propia Airbnb, que en declaraciones al Wall Street Journal ha reconocido que las nuevas medidas son, de facto, "un veto" al alquiler a corto plazo.
De hecho, su director de políticas globales, Theo Yedinsky, ha asegurado que "la ciudad está enviando un mensaje claro a millones de visitantes potenciales que ahora tendrán menos opciones de alojamiento cuando visiten la ciudad de Nueva York: no son bienvenidos".
A esto se suma otro problema más para Airbnb: el retraso en la concesión de los permisos derivado de la falta de personal en la administración municipal. Tal y como explica el Wall Street Journal, "cada solicitud de registro se revisa cuidadosamente", aunque las autoridades se han comprometido a acelerar las tramitaciones.
La magnitud del problema en Nueva York: casi 50.000 alquileres turísticos
El problema de los elevados precios del alquiler en Nueva York es un problema muy grave: según los datos consultados por el Wall Street Journal están registrados más de 38.500 alquileres que suponen unos ingresos a sus propietarios de unos 85 millones de dólares, y a los que hay que sumar otros 10.500 alquileres ilegales.
Dada su magnitud, la medida de Nueva York será examinada muy de cerca, ya que varias ciudades han comenzado a tomar medidas encaminadas a paliar la subida de los precios de los alquileres. Es el caso de Nueva Orleans, Filadelfia, Dallas...y, con el ejemplo de Nueva York, podrían ser más en un futuro no demasiado lejano.