
Vivir en un pueblo y alejarse de la gran ciudad es un pensamiento recurrente que tienen muchas personas, especialmente tras la pandemia del coronavirus. Sin embargo, la realidad inmobiliaria de los núcleos rurales hace que sea especialmente difícil dar ese paso ya que la oferta es insuficiente y deficiente. En concreto, el número de viviendas en alquiler disponibles en las provincias más despobladas del país se ha hundido un 61% en los últimos tres años -desde 2020 hasta hoy en día-. Ocurre lo mismo con la oferta de compraventa, que ha mermado un 54%, según datos de pisos.com.
La situación es especialmente complicada en las provincias de Zamora y Ávila, donde la oferta de inmuebles destinados al alquiler ha disminuido un 55,56% y un 78,26%, respectivamente. En el caso de las propiedades en venta, el descenso ha sido del 57,41% en las capitales y del 51,62% en el resto de la provincia, con Soria y Teruel viéndose especialmente afectadas. Destaca también el caso de Salamanca, que concentra el 94% de la oferta de alquiler en la capital.
"Es imposible encontrar casas para alquilar fuera de la capital, y en algunos casos ni siquiera en la capital misma, como en Soria", explican desde el portal inmobiliario. "Muchas familias desisten en su deseo de establecer su vida en una zona rural por la falta de oferta inmobiliaria y acaban optando por núcleos urbanos de mayor tamaño", comenta el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, quien recuerda que, pese al crecimiento de la población española en los últimos años, la España vaciada ha perdido más de 360.000 habitantes en las últimas dos décadas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero es que no solo faltan casas, sino que las que hay son de mala calidad. Muchas veces, la oferta de vivienda existente en estas zonas es antigua y poco habitable, con problemas como humedades, falta de aislamiento térmico y acústico, y deficiencias en las instalaciones eléctricas y de fontanería, lo que hace inevitables las reformas.
En este escenario, desde pisos.com piden que se fomente el desarrollo inmobiliario en estas provincias y así evitar que se sigan desangrando, perdiendo población. "Hay mucha gente interesada en mudarse, por lo que se está desaprovechando una oportunidad de oro para revitalizar estas zonas", concluyen.