
Adquirir una vivienda se complica para un comprador en solitario. Hace 30 años el sueldo medio se situaba en 952,66 euros, frente a los 1.602,4 euros, lo que representa una subida del 68%. Por su parte, en el año 1992 el precio medio de la vivienda era de 1.202 euros/m2, por lo que en tres décadas ha subido un 190%, hasta los 3-492 euros/m2. Un estudio elaborado por Hipoo muestra que los solteros han perdido el 37% del poder adquisitivo respecto a la compra de vivienda de 60 metros cuadrados desde hace 30 años.
En 1992 una persona soltera se podía endeudar para una hipoteca a 30 años hasta un 109% del valor de la vivienda deseada, actualmente, únicamente lo podría hacer hasta un 72%: "Lo que conlleva una pérdida muy considerable de capacidad para poder llevar a cabo la compra de la casa y, consiguientemente, la contratación de una hipoteca", apunta César Betanco, experto en intermediación hipotecaria de Hipoo.
Hace 30 años el ratio de endeudamiento -calculado con el 35% del sueldo neto- hubiera sido de 333 euros, por lo tanto, el préstamo máximo al que podría aspirar una persona, de forma individual, sería de 78.894 euros. Es decir, la capacidad para endeudarse para una hipoteca a 30 años sería de un 109% respecto al valor de la vivienda escogida en ese año, que era de 72.120 euros -teniendo en un piso estándar de 60 metros cuadrados en Madrid-.
Con el precio de la vivienda actual, el ratio de endeudamiento óptimo con el sueldo medio actual sería de 560 euros. Así el préstamo al que podría aspirar a una sola persona, como máximo sería de 152.536 euros. Entonces, la capacidad para endeudarse para una hipoteca a 30 años sería de un 72% del valor actual de la vivienda elegida que asciende a 209.520 euros.
En la actualidad, para la compra de una vivienda unifamiliar de 60 m2, "un soltero necesitaría unos ahorros totales de 58.665 euros, ya que tiene una capacidad de endeudamiento del 72%, mientras que el resto lo tendría que poner como entrada. En cambio, hace 30 años tendría la suficiente capacidad financiera para amortizar la deuda, incluso por encima del propio valor de la casa, hasta un 109%. Por lo que se deduce que, aunque tuviera que pagar una entrada, con tal capacidad financiera respecto a la vivienda, no iba a suponer un problema", apuntan desde la compañía.