
Al igual que otros muchos sectores económicos, el mercado de las casas de lujo también está sufriendo un ligero terremoto. Y es que nadie, o muy pocos, escapan de las garras de la inflación, los temores de recesión, los altos costes de la energía, los problemas en las cadenas de suministro o el aumento de los tipos de interés.
Los activos del lujo siempre han sido considerados, al igual que el oro, como valores refugio. Sin embargo, el gran motivo que ha podido causar esta nueva tendencia de manera global está relacionado con la política de 'cero Covid' llevada a cabo en China. Precisamente este país es uno de los principales mercados del lujo a nivel mundial.
Y si no que se lo digan a Bernard Arnault, cuarta fortuna del mundo con un patrimonio de 127.000 millones de dólares. Este empresario francés, presidente de LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton, el fabricante de artículos de lujo más grande del mundo, lleva perdidos 50.000 millones de dólares en lo que va de año. Y gran parte de esas pérdidas está vinculada con China.
El de Estados Unidos es otro mercado que también está afectando a este sector, en concreto a las casas de lujo. Según un informe de Redfin, agencia inmobiliaria de EEUU, y recogido por Wall Street Journal, entre junio y agosto, las ventas de casas de lujo en EEUU cayeron un 28,1%, en comparación con el mismo período del año pasado. Eso marca el mayor descenso desde al menos 2012.
En este sentido, en el mercado inmobiliario en EEUU, las viviendas que no son de lujo también viven sus horas más bajas. Por una parte, el número de viviendas construidas que se vendió en el mes de julio disminuyó un 5,9% con respecto a junio y un 20,2% con respecto al mismo periodo del año anterior. "Hace seis meses, la gente compraba casas sobre pedido y sin tasación", indicó un agente inmobiliario de Golden Gate Sotheby's International Realty.
Para el economista jefe de Redfin, Daryl Fairweather, las principales razones de la desaceleración incluyen los temores de recesión y el aumento de las tipos. Esto ha terminado por ahuyentar y asustar a los compradores. Según Fairweather, estos se sorprenden cuando ven el impacto del aumento de las tasas, lo que los lleva a reexaminar sus finanzas y su poder adquisitivo.
Y, aunque los compradores millonarios a menudo no se ven directamente afectados por las tasas de interés, muchos compradores que pagan en efectivo revelaron que todavía están prestando atención a indicadores económicos más amplios. "La gente rica se preocupa por las ganancias que obtienen las empresas en las que estos invierten", indicó.