
"¿Puedes decir que dentro de 20 años la gente seguirá usando el iPhone? Tal vez no. Tal vez tendríamos un nuevo producto o algo más innovador. Lo que puedo decir hoy es que, dentro de 20 años, estoy bastante convencido de que la gente seguirá bebiendo Dom Pérignon". Son palabras de Bernard Arnault, la cuarta persona con mayor fortuna del mundo, valorada en 138.000 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Bernard Arnault es el presidente de LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton, el fabricante de artículos de lujo más grande del mundo. Este empresario francés, nacido en 1949 en Roubaix, un municipio del norte de Francia, controla aproximadamente la mitad de LVMH, que llegó a alcanzar unos ingresos de 76.000 millones de dólares en 2021.
Como otros muchos millonarios, Arnault supo rentabilizar la época más dura de la pandemia, llegando a aumentar su fortuna en más de 110.000 millones de dólares. Como fruto de ello, llegó a convertirse el 24 de mayo de 2021 en la persona más rica del mundo, superando a Jeff Bezos, que por aquel momento ocupaba el primer puesto. Sin embargo, en 2022, la fortuna de Arnault ha disminuido 40.200 millones de dólares.
Una buena razón de esta caída viene dada porque las ventas en Asia solo crecieron un 1% anual en medio de las restricciones relacionadas con la pandemia en China. "La situación es dolorosa, con poca visibilidad sobre una recuperación en el mercado de lujo más grande del mundo", indicó el jefe de finanzas, Jean-Jacques Guiony, tras conocer los resultados de julio.
Al margen de la caída generalizada de las bolsas occidentales, LV continúa con unos resultados trimestrales muy sólidos, con un crecimiento de ingresos de un 21% interanual en el primer semestre, y un 34% de los beneficios hasta los 10.240 millones. Con todo esto, la marca está cayendo un 12% en lo que va de año.
Por su parte, Francoise Bettencourt, considerada la mujer más rica del mundo, con una fortuna estimada de 67.900 millones de dólares, también ha visto disminuir su patrimonio en este 2022. En concreto, esta empresaria francesa, única heredera del imperio L'Òreal, que ocupa el puesto 13 de las grandes fortunas, ha perdido 25.700 millones en lo que va de año.
¿Cómo llegaron a ser multimillonarios?
Bernard Arnault, ingeniero de profesión, empezó a trabajar en 1971 en la empresa familiar. Por aquel entonces, este francés convenció a su padre para reorientar su negocio, pasando de la construcción y obras públicas a la promoción inmobiliaria.
Después de varias incursiones en el mundo de la moda, Arnault compró en 1987 acciones de LVMH, el nuevo grupo del sector del lujo producto de la fusión, materializada el 3 de junio de 1987, de dos grupos franceses: Moët Hennessy (Champagne Moët & Chandon, Champagne Ruinart, Champagne Mercier, Champagne Canard-Duchêne, coñac Hennessy), por una parte; y Louis Vuitton (Louis Vuitton Malletier, Givenchy, Champagne Veuve Clicquot Ponsardin), por la otra.
Para tomar el control definitivo del grupo, Arnault lanzó una OPA, y en 1988 se convirtió en accionista principal del grupo y en accionista mayoritario en 1989. Ese mismo año es elegido presidente de LVMH por unanimidad. Pero no fue hasta 2006 cuando se convirtió en la persona más rica de Francia, superando a su compatriota Lilliane Bettancourt, con una fortuna de 30.000 millones de dólares.
En cambio, el camino de Francoise Bettancourt dista considerablemente del que recorrió Bernard Arnault. La muerte en 2017 de Liliane Bettencourt convirtió a Francoise, su hija, en la principal y única heredera del imperio L'Oréal. Por aquel entonces, su fortuna heredada fue de 39.500 millones de dólares, lo que le hizo posicionarse entre las 20 personas más ricas del mundo y la primera mujer. Cinco años después, su fortuna ha crecido un poco más del 50%, aproximadamente.