
El campo ha acaparado el interés dentro del inmobiliario. El mercado de fincas rústicas cerró el primer semestre del año con el mejor dato en los últimos 15 años, al alcanzar las 85.502 compraventas, según los datos del INE. Uno de los segmentos que más influencia está teniendo en este sentido es el turismo de lujo, ya que "el campo se ha convertido en foco de interés para inversores nacionales y extranjeros en busca de intimidad y tranquilidad", señalan desde CoCampo. Así, a lo largo del país se albergan distintas fincas de alto standing.
Un entorno rústico donde pasar las vacaciones pero cerca de Madrid es posible. Ubicada en Navalafuente, y comercializada por Jaime Valcarce Consulting Inmobiliario está una finca de recreo con más de 6,5 hectáreas de terreno y un valor de 890.000 euros. En su superficie se levanta la montaña más alta de la zona y el terreno, totalmente vallado, tiene un camino iluminado y asfaltado hasta la casa.
La vivienda principal es una construcción de los años setenta de 650 metros cuadrados diseñada con materiales de calidad de la época, como azulejos de la Cartuja de Sevilla o mobiliario de madera de nogal. Entre sus instalaciones destacan cuadras de caballos, una piscina con zona de recreo, pistas de tenis y baloncesto, minigolf, un gallinero y una zona de cultivo.
En Cantabria, los expertos de la plataforma de anuncios para la compraventa y arrendamiento de fincas rústicas destacan una de las ubicaciones en Santander, comercializada por Gilmar Consulting Inmobiliario. Muy cerca del Parque de Cabarceno y a 20 minutos de la playa, se extiende una finca rústica con 5 hectáreas de prados cántabros en los que se alza una vivienda de de 600 metros cuadrados con seis dormitorios en suite y equipada con domótica. Su precio es de 1.400.000 euros.
Otra opción, en este caso a 45 minutos de las playas de El Rompido (Huelva), son las 1,2 hectáreas de un coto de caza cuyo precio es de 6 millones de euros -de Casas del Sur-. La finca es de caza mayor y de caza menor y está alambrada con malla cinegética de 2,5 metros de altura. Situada en la comarca del Andévalo, término municipal de Alosno, cuenta con 1.200 hectáreas de extensión formadas por una dehesa de encinar y alcornoques preparada para la explotación ganadera de cerdo ibérico, ganado ovino y vacuno.
A ello se une un huerto ecológico, un patio gallinero, una pequeña cuadra para caballos, una nave granero, cinco silos para grano, dos naves para resguardo de animales y majadas para cerdos ibéricos. En cuanto a la vivienda principal, dispone de una casa de 450 metros cuadrados construidos con patio trasero con merendero y zonas ajardinadas y patio delantero con jardín; y una casa anexa de 80 metros cuadrados.
Con un precio más elevado, 7,5 millones de euros, los expertos de CoCampo destacan una finca cortijo andaluz en Estepona, Málaga -comercializado por Fincas con Encanto- . Entre sus 60 hectáreas se encuentra un cortijo-mansión con diez habitaciones, diez baños, salones, terrazas, helipuerto con hangar privado y casa de guardeses. También, dispone de piscina, jardín, jacuzzi y gimnasio entre sus instalaciones.
Mirando hacia Cataluña, y con un precio de 6,6 millones de euros, está una masía en Tarragona con una superficie de 84 hectáreas de Domènec Ventura. En sus orígenes, la finca se ideó para plantar cepas y olivos y construir un monasterio cartujano con bodega para elaborar vinos y aceite. Durante décadas, toda la infraestructura se dedicó a abastecer con vino y aceite a la Cartuja de Scala Dei. Hasta que, en los noventa, vivió una rehabilitación total como masía, con la creación posterior de una bodega moderna en el año 2000.
La extensión de viñedo es de 22 hectáreas y cuenta con 250 olivos centenarios y uno de más de 2.000 años. La bodega actual puede producir unas 70.000 botellas anuales de las distintas verdades de uva. Actualmente la bodega la gestiona un arrendatario que elabora vinos con sus marcas comerciales procedentes de los viñedos de la finca.
En total, cuenta con 3.789 m2 de construcciones. La masía rural se divide en dos edificaciones: por un lado, una construcción de planta baja con 12 habitaciones con baño situada alrededor del jardín y de la piscina, barbacoa y dos zonas de solarium. Por otro lado, e independiente del resto, la masía principal consta de tres plantas con cuatro habitaciones, tres baños, cocina, dos terrazas, dos trasteros, un taller y la antigua bodega.
En la parte posterior del complejo se encuentran dos anexos no cerrados donde guarda la maquinaria agrícola y un huerto donde se producen hortalizas por la masía. Además, cuenta con una masía en ruinas que se puede rehabilitar y dos pequeñas masías junto a un río, con cinco habitaciones, dos baños, dos comedores y cocina.