
Invertir o no invertir, esa es la cuestión. Como el príncipe Hamlet, así se debaten muchos españoles en cuanto a la inversión en vivienda. El resultado es que cerca del 15% de los ciudadanos dice sí a esta disyuntiva. Lo refleja el Observatorio Aedas Homes diciembre 2021, que afirma que en los últimos seis meses de 2021 la búsqueda de vivienda para invertir creció 1,9 puntos, pasando del 12,4% al 14,3%.
¿Y a qué se debe este aumento del interés por el residencial? En la respuesta confluyen dos aspectos fundamentales: la mayor capacidad de ahorro de las familias y el repunte de la inflación.
Como consecuencia de la covid-19, en 2020 la tasa de ahorro de los hogares españoles alcanzó el 14,8%, según el INE, 8,5 puntos por encima de la alcanzada en 2019 y la más alta desde que comenzó esta serie estadística en 1995. En 2021, la capacidad de ahorro se redujo, es cierto. Cayó más de tres puntos, hasta situarse en el 11,4% de la renta. Pero seamos sinceros: sigue siendo una cifra muy alta si la comparamos con años anteriores, como 2019, cuando fue del 6,3%.
En paralelo, atravesamos un momento de creciente inflación, lo que provoca que los ahorros mermen a una mayor velocidad. La escalada de los precios de la luz y el impacto del conflicto en Ucrania en el precio de las materias primas están afectando de manera directa al ahorro de los españoles. De hecho, una encuesta de ING Consumer Research revela que más del 60% de los españoles señala que el aumento de precios ha impactado en sus ahorros e inversiones.
Ambos factores generan un contexto proclive para la inversión residencial. Cada vez es más habitual escuchar consejos como: "no dejes que la inflación se coma tus ahorros". En un escenario como el actual, el dinero que no se mueve pierde valor. Por ello, destinarlo a una vivienda es una de las opciones más interesantes del momento. Más seguras. Y también más rentables. Una oportunidad de invertir en un sector solvente y considerado por muchos un valor refugio ante la incertidumbre.
Compraventa y alquiler
Es innegable que los españoles sentimos atracción por el ladrillo. Se refleja en la compra de viviendas año tras año. 2021 cerró con más de 565.000 operaciones de compraventas, un 34,6% más respecto al año anterior y el mejor dato anual desde 2007.
Y el inicio del 2022 ratifica el buen momento del sector. En el primer trimestre se llevaron a cabo 164.299 compraventas, un 14,1% más que el trimestre anterior, como destaca el Colegio de Registradores. Y si echamos la vista atrás, observamos que en el acumulado de los últimos doce meses se han registrado casi 600.000 operaciones, la mayor cifra desde el tercer trimestre de 2008.
Un periodo dulce que también atraviesa la financiación participativa en el real estate. La excelente acogida que tienen los proyectos de financiación que desde Urbanitae hemos lanzado en los últimos meses en el ámbito residencial confirman el interés de los pequeños y medianos inversores por este segmento inmobiliario. Operaciones de cierto volumen, con tickets de inversión de 3, 4 o 5 millones de euros se han cubierto en horas, otras incluso en minutos. La demanda es creciente y el apetito inversor apunta un largo recorrido.
Por su parte, el alquiler sigue siendo una de las opciones preferenciales como opción para sacarle partido a la inversión en vivienda. El último estudio de Idealista estima que al cierre del primer trimestre del año ofrecía una rentabilidad bruta del 7,1%.
De hecho, en los últimos seis años, la rentabilidad de la vivienda en alquiler ha sido superior a la de activos alternativos de riesgo similar. El Observatorio Inmobiliario de BBVA Research afirma que el alquiler ha arrojado una rentabilidad media del 4% en este periodo, frente al 1% de los depósitos, al 1% del bono a 10 años o el casi -1% del Ibex 35.
Ciudades más rentables
Está claro que escoger bien la localización de la propiedad es clave para obtener un mayor o menor beneficio. El análisis de Idealista muestra que Lleida es la capital española donde se puede lograr más liquidez, con una rentabilidad que alcanza el 8,5%. Tras ella, también se postulan como buenas opciones Huelva, con un rendimiento del 8,2%; Murcia, con un 8%; Santa Cruz de Tenerife, con un 7,6%; y Almería, con un 7,4%.
Este estudio también refleja que, en las grandes plazas, la rentabilidad es menor y se mantiene casi estable respecto al año anterior. Comprar una vivienda en Barcelona ofrece una rentabilidad del 4,9%, medio punto más que hace un año; mientras que hacerlo en Madrid tiene un retorno del 4,7%, igual que el ejercicio pasado. Por su parte, Valencia alcanza un retorno del 6,1%, cuatro décimas por encima de 2021; mientras que Málaga y Sevilla se sitúan en el 5,5% y el 6%, respectivamente, ambas con una décima más.
Buenas perspectivas para 2022
Las previsiones apuntan a que el buen ritmo de este inicio de año en la venta de residencial se consolidará a lo largo de los próximos meses. La inversión en vivienda se incrementará un 4,1% en 2022, para acelerarse hasta un 17,1% en 2023, así lo apunta el Observatorio Inmobiliario de BBVA Research, que destaca además que "en el contexto financiero actual, la vivienda es un activo de inversión a tener en cuenta".
Y la buena noticia es que para invertir en vivienda ya no es preciso disponer de grandes ahorros. Plataformas de crowdfunding inmobiliario como Urbanitae permiten que cualquier persona pueda invertir en este sector a partir de 500 euros. ¿Cómo? Uniendo a muchos pequeños inversores para que entre todos aporten liquidez, por ejemplo, a un proyecto de promoción residencial. Y, como cualquier producto de inversión, una vez concluida la operación, pueden beneficiarse de interesantes rentabilidades tal y como lo haría un inversor profesional.
Oportunidades no faltan: en lo que va de 2022 ya hemos financiado casi 28 millones de euros en 12 proyectos, uno de ellos con un peso pesado del sector, Inmobiliaria Espacio.