El precio de la vivienda registró entre enero y marzo su mayor aumento en 14 años y medio tras subir un 8,5% en tasa anual. Con este nuevo boom del ladrillo alimentado por la falta de oferta, el mercado de vivienda libre acumula ya 32 trimestres de escalada y supera en más de dos puntos el alza interanual del 6,4% que firmó en el último trimestre de 2021.
Los datos actualizados este miércoles del Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) no dejan lugar a dudas: los precios de la vivienda libre llevan ocho años incrementándose cada trimestre, aunque no se contemplaba un progreso de tal magnitud desde el tercer trimestre de 2007, en pleno estallido del ladrillo en España.
La vivienda de segunda mano asimila la tendencia general que recuerda a 2007 al subir un 8,2% interanual, casi dos puntos más que el trimestre anterior y su mayor alza desde el segundo trimestre de aquel año. Los precios de la vivienda nueva, por su parte, se incrementaron un 10,1%, cuatro puntos por encima de la tasa interanual registrada en el último trimestre del año pasado y la más alta en tres años, desde el primer trimestre de 2019.
Nuevo boom por comprar, pero con otros matices
El mercado inmobiliario atraviesa un momento de incertidumbre global. Aunque se trata de la mayor subida desde la burbuja inmobiliaria, el panorama es distinto por el desequilibrio entre oferta y demanda.
"Nos encontramos ante un nuevo boom por comprar, aunque ahora la situación es diferente: ya no hay exceso de producto sino escasez de stock. Los ciudadanos han comprado tantas viviendas -batiendo récords desde el 2007- en un periodo de tiempo tan corto que el mercado se ha quedado prácticamente vacío", explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Hay que tener en cuenta, además, "el momento de crisis en occidente ha provocado encarecimientos en el precio de los materiales de construcción ocasionando que la oferta de obra nueva se esté ralentizando y tardando mucho más de lo habitual en llegar al mercado".
Esa inestabilidad, de inflación creciente y guerra a las puertas de la Unión Europa, esconde otra de las razones por las que el precio de la vivienda se resiste a bajar: la alta rentabilidad del activo inmobiliario le reivindica como valor refugio para grandes y pequeños inversores.
Además, la pandemia y, sobre todo, el confinamiento cambió las prioridades de muchos y eso también se traduce en nuevas necesidades que inflan la demanda, con búsqueda de hogares con más metros cuadrados, más interés por viviendas unifamiliares o con espacios al aire libre.
En tasa mensual, los precios no subían tanto desde hacía casi cuatro años
En tasa trimestral, el precio de la vivienda repuntó un 2,6% sobre el nivel del último trimestre de 2021, firmando su mayor alza intertrimestral desde el segundo trimestre de 2018, cuando también creció un 2,6%.
En esta comparativa, los precios de la vivienda nueva se incrementaron un 3,2% entre el cuarto trimestre de 2021 y el primero de este año, su mayor repunte desde el tercer trimestre de 2020, mientras que los precios de la vivienda de segunda mano aumentaron un 2,4%, su tasa más alta desde el segundo trimestre de 2021.
Sobre el mapa, ninguna comunidad autónoma se libra de las subidas de los precios ni en tasa anual ni en la comparativa trimestral. El mayor alza se dio en Baleares (12%), seguida de Canarias y Cantabria, ambas en el 11% y también ambas al frente de los mayores incrementos con respecto al primer trimestre de 2021, con +3,3 y +3,1 puntos respectivamente. Los menores avances ocurrieron en Asturias (+1,1), Aragón (+1,4) y Galicia (+1,5).
La evolución desde el último trimestre de 2021 mantiene a Cantabria y Canarias como las regiones con mayores alzas (4,4% y 4,1% respectivamente) y sitúa como tercera a Navarra (3,9%). Extremadura (0,5%), Castilla-La Mancha (1,6%) y Castilla y León (1,8%), registran las menores subidas trimestrales.