"No se puede gestionar igual que hace 50 años y ahí es donde la gestión privada desempeña un papel fundamental para la modernización de la gestión pública. La colaboración público-privada no es una descapitalización del sistema público, sino un refuerzo. Yo creo que ayudamos a que el sistema público sea equitativo y los que atacan nuestro modelo parece que quieran que haya una sanidad para quien se la pueda pagar y otra para los que no". Así lo aseguró el consejero delegado de Ribera Salud, Alberto de Rosa, en un almuerzo organizado por la Asociación Española de Directivos (AED) en Valencia. Para De Rosa, la colaboración público-privada es una acción que permite crear valor público y ser aliado de la Administración con el fin de dar un mejor servicio al ciudadano.
"El modelo de Ribera Salud es un modelo de cambio cultural", afirmó. El directivo asegura que todas las reformas que se están realizando en la sanidad de los países más avanzados del mundo, tienen tres elementos comunes: en primer lugar, el gobierno debe dar una asistencia de calidad a todos los ciudadanos; en segundo lugar, hacer una sanidad sostenible, y, en tercer lugar, se introduce la colaboración público-privada, para dar respuestas rápidas a problemas como el envejecimiento de la población o la cronicidad de enfermedades.
De hecho, ha destacado que España tiene un gran sistema público de sanidad, creado en los años 70, por lo que necesita renovarse. "Nuestro modelo se basa en factores de éxito, como tener sistemas de información para medir lo que se hace, cómo se hacen y a qué coste, o la incentivación de los recursos humanos".
También asegura que el objetivo del sistema no debería ser eliminar los modelos que aportan flexibilidad, como el modelo de Ribera Salud, sino cambiar la forma de la gestión pública. "Es algo imprescindible".
El consejero delegado de Ribera Salud destacó que existen varios modelos de este tipo de colaboración. Los conciertos, el modelo Muface y las concesiones, donde se enmarca Ribera Salud. Respecto al modelo Muface, del que se benefician dos millones de funcionarios en España, ha recalcado su aceptación por parte de todos los partidos políticos siendo un modelo sustitutivo del sistema público, cuyo servicio es ofrecido por entidades con ánimo de lucro como las aseguradoras.
"Es interesante que la gente reflexione que el 85% de los dos millones de funcionarios a los que se les ofrece este modelo en España, deciden libremente recibir atención sanitaria con las aseguradoras privadas", señaló. Por este motivo, añadió, "algo habremos hecho mal cuando el modelo concesional que es mucho más público que los conciertos y Muface, pero está continuamente cuestionado por los mismos que apoyan los otros modelos de colaboración público privada?.
Modelo de estudio en Harvard
"¿Luces y sombras? Luces hay muchas, como los casi 600 millones de euros que hemos invertido en los últimos años", aseguró. El directivo también destacó los más de 6.000 puestos de trabajo creados, con un 85% de contratos indefinidos, los más de 600 proyectos de investigación, o las más de 3.000 actividades anuales en promoción y prevención de la salud, una máxima del sistema capitativo en la que se basa el modelo concesional.
Además, De Rosa insistió en que el nivel de satisfacción con este sistema es alto y mucha gente de la que acude al hospital desconoce el sistema de gestión, pero percibe mejoras en comparación con el modelo tradicional, como las menores listas de espera, la agilidad en la atención, las nuevas tecnologías- historia clínica electrónica, portales de salud- o las habitaciones individuales. De Rosa recuerda que su modelo ha sido objeto de estudios en universidades como Harvard o Berkeley.
"Sombras también tiene muchas, y es que ha habido una banalización en debates que no nos han hecho sentir cómodos y hacerlo con algo tan serio como la sanidad no es correcto", señaló.
Por este motivo, piensa que deberían hacer más pedagogía desde el sector privado. "No hemos sabido contar bien las cosas, como que hay un tope en los beneficios".
Más transparencia
A partir de ahí, cree que es necesario plantearse una serie de retos en la sanidad, como que la Administración tenga una visión estratégica de la colaboración público privada como una mejora de la gestión pública. A esto suma la necesidad de una mayor transparencia a la hora de presentar los datos públicos y advierte que tiene que haber un mínimo consenso institucional para no crear inseguridad jurídica a largo plazo.
Para De Rosa, el objetivo del Gobierno debe ser crear cohesión social, equidad y darle una respuesta la ciudadano, mientras que el sector privado debería introducir nuevas herramientas de gestión y especialización. "Para Ribera Salud el ciudadano es el eje para el que trabajamos y tenemos que saber ganarnos su confianza", concluyó.