
Baleària repartirá dividendos a cuenta de los resultados de 2015 entre sus accionistas por primera vez en su historia, tras incrementar su ebitda un 17,5%, hasta los 67 millones de euros, y alcanzar los 30 millones de euros de beneficio neto. El presidente de la compañía, Adolfo Utor, explicó que la reducción de precios del petróleo ha tenido un efecto positivo en las cuentas del ejercicio -que se cerró el 31 de octubre-, a pesar de que la facturación se mantuvo en niveles similares a los del año anterior, en torno a los 270 millones de euros, por los ajustes en tarifas. Los socios de la firma, Utor, que controla el 57,5 por ciento del capital y el empresario turístico -y exministro- Abel Matutes, con el 42,5 por ciento, destinaron en los últimos años los beneficios a la amortización de deuda, que se ha reducido en unos 30 millones de euros, hasta situarse en 120 millones, "una cifra que nos permite apalancarnos, porque no llega a dos veces el ebitda", mientras los recursos propios superan ya los cien millones, afirma Utor.
El presidente de la naviera alicantina detalló los planes de expansión, en los que El Caribe juega un papel fundamental (leer información ampliada). Respecto a su desembarco en Cuba, además de explicar su proyecto de construcción de una terminal de ferries en La Habana -con una inversión prevista de 35 millones de euros-, Utor informó también de que ha planteado al Gobierno cubano la construcción de un astillero, proyecto en el que iría de la mano de un socio italiano. En esta línea, explicó que los planes de desarrollo de la Administración cubana contemplan ya un astillero, pero limitado a la construcción y reparación de pequeños buques auxiliares y de uso industrial, proyecto que Balèaria ampliaría con la construcción de fast-ferries para el transporte de mercancías y pasajeros.
Baleària aspira a ser la primera compañía en operar líneas regulares de tráfico de pasajeros y mercancías entre Cuba y Estados Unidos, una vez reabiertas las relaciones entre ambos países. Cuenta ya con los permisos del Gobierno estadounidense y está pendiente de los de la Administración cubana. "Cuba ocupa una posición central estratégica en El Caribe y presenta muchas oportunidades de desarrollo para el modelo de Baleària", afirma Utor.
En España, la compañía está desarrollando dos líneas de crecimiento: el aumento de conexiones y la incorporación de nuevos buques a su flota, integrada ahora por 23 buques propios y 5 arrendados. Utor explicó que, a corto plazo, sumará dos nuevos ferries, que supondrán una inversión de entre 300 y 350 millones de euros.
La naviera, que había llegado a un principio de acuerdo para su construcción con el astillero vasco La Naval, está estudiando otras opciones, ya que está compañía planteó una revisión al alza del precio inicial pactado. Utor indicó que se está tratando de reconducir la situación y cerrar el acuerdo con el grupo español. "Además del precio, valoramos la solvencia financiera y técnica del fabricante, por lo que hemos descartado opciones de Corea y de China", detalló.
La firma está destinando también esfuerzos a la innovación en sus barcos. Los nuevos buques de Baleària estarán dotados de motores duales, que les permitirán funcionar con hidrocarburos y con gas, combustible más económico y menos contaminante. Además, está investigando y realizando pruebas con motores de hidrógeno y propulsados por energía solar, para trayectos cortos.
Además, está trabajando, junto a IBM, en un "sistema de gestión inteligente del negocio", con un planteamiento integral, que abarca las diferentes áreas de funcionamiento de la compañía, desde las reservas hasta la ubicación y operativa de los barcos. "Es algo que venimos desarrollando desde hace siete años y esperamos que esté operativo antes del verano de 2016", afirmó.