Comunidad Valenciana

El Gobierno valenciano cierra la hostelería y pide el toque de queda a las 8

  • Limita el horario del comercio hasta las 6 de la tarde
  • Las instalaciones deportivas también se clausuran
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El fuerte incremento de las cifras de contagiados y de la ocupación de las UCI en la Comunidad Valenciana, sumada a la presión de sus propios socios de Gobierno, han llevado a Ximo Puig a anunciar el cierre total de bares, restaurantes y cafetería, además de rebajar a las seis de la tarde la hora de cierre del comercio.

La reunión de la Mesa Interdepartamental para la Prevención y Actuación ante la COVID-19 que se acaba de celebrar ha aprobado nuevas medidas ante la incidencia disparada del coronavirus en la Comunidad Valenciana. Un incremento de contagios y del número de pacientes ingresados que ha obligado a utilizar los hospitales de campaña levantados por la Generalitat en las tres grandes capitales de la autonomía.

Pese a la resistencia del propio presidente valenciano al cierre total del sector hostelero por sus efectos negativos en la economía, finalmente la Generalitat ha optado por esta drástica medida, que se aplicará al menos durante 14 días desde el jueves. Sólo se permitirá el servicio de comidas para llevar.

Hace dos semanas el Gobierno autonómico ya había reducido en la práctica el horario de los bares y restaurantes, al decretar su cierre a las 5 de la tarde. El propio Puig ha reconocido que esas medidas han sido insuficientes.

Además, la Generalitat Valenciana ha aprobado reducir hasta las 6 de la tarde el horario de apertura de los comercios. Una medida de la que estarán exentos los establecimientos de alimentación, farmacias y otros establecimientos de servicios locales.

Toque de queda

Ximo Puig también ha anunciado que solicitará mañana adelantar el toque de queda al Ejecutivo central y que si el Gobierno estatal lo permite adelantará esa restricción de las 10 de la noche a las 8 de la tarde.

Los socios de los socialistas en el Gobierno de coalición de izquierdas, Compromís y Unides Podem, ya habían mostrados públicamente sus discrepancias al reclamar medidas más estrictas e incluso defender un confinamiento parcial ante unas cifras que aumentaban rápidamente pese al toque de queda nocturno y el cierre perimetral de la comunidad.

Tras las Navidades y Año Nuevo, la Generalitat Valenciana también decretó el cierre perimetral de los 29 municipios con una mayor incidencia del virus y una nueva reducción de aforos. Varios alcaldes de distinto signo político, como el de Valencia, Joan Ribó de Compromís, o la alcaldesa socialista de Castellón, Amparo Marco, han llegado a pedir a sus vecinos el autoconfinamiento.

Pese a la situación, el Gobierno valenciano sigue apostando por mantener la actividad escolar y educativa, al considerar que los centros son lugares seguros y que los contagios entre menores son más en festivos y fuera de las horas escolares.

Críticas del sector hostelero

El presidente de la patronal sectorial Conhostur, Manuel Espinar, criticó que se justifique esta medida por el aumento de los contagios cuando "más del 60% se producen en el ámbito familiar" y consideró que el sector era una "moneda de cambio" en la lucha política.

El presidente de Conhostur ha tachado de "locura" el cierre del sector decretado por la Generalitat Valenciana ante el avance de coronavirus, una decisión que ve "más política que sanitaria" y tomada "de manera unilateral" que, según su previsión, provocará el cierre del 50% de los locales. "Es el último empujón para que muchísimos empresarios no levanten las persianas", ha lamentado.

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