
La Agencia Tributaria, cuatro años después del gran derrumbe que sufrió en sus oficinas centrales en Valencia -las de la calle Guillem de Castro- ha sufrido un nuevo desprendimiento en la Capital del Turia. En esta ocasión se trata de del edificio de la Administración de Blasco Ibáñez (ubicado en la calle Músico Ginés), donde ha caído un fragmento de varios metros cuadrados de falso techo sobre uno de los puestos de trabajo del personal que atiende a los contribuyentes, junto a los mostradores. Por suerte, tal y como ocurrió entonces, los hechos han ocurrido por la noche y ningún trabajador se ha visto afectado.
Así lo confirma la propia Agencia Tributaria, preguntada al respecto por elEconomista, que explica a este diario que el edificio ha sido clausurado. "Durante la noche se cayó una luminaria colgada de un falso techo en una zona concreta de mostrador en la planta baja de la administración de Blasco Ibáñez. El vigilante de seguridad ha dado aviso y se ha dado orden de que hoy no entra nadie a trabajar allí. El edificio está cerrado al público. No se ha producido, por tanto, ningún perjuicio para funcionarios, ni contribuyentes", subrayan.
Según añaden, "la atención al público se desvía a partir de mañana (15 de julio) a la plataforma de Renta, al edificio de la Aduana". El espacio habilitado, según agregan fuentes sindicales, tiene capacidad para alrededor de 40 funcionarios, y con estos puestos se cubren las necesidades del personal que tiene que acudir de forma presencial a su entorno de trabajo, ya que no todos deben hacerlo por las medidas adoptadas para contener la expansión del Covid-19.
Sede de más de 100 empleados
En condiciones normales, en la Administración de Blasco Ibánez trabajan más de 100 empleados de la Agencia Tributaria. Se trata de un centro importante de la ciudad, una oficina integrada para la gestión y la recaudación a la que están asignados todos los contribuyentes que residen al norte del Jardín del Turia. "En estos momentos se encuentra personal técnico nuestro evaluando el lugar, a efectos de analizar las reparaciones que será necesario acometer, así que es pronto para hablar de efectos y de duración de la eventual obra", agregan al respecto a este diario fuentes de la AEAT.
Las mismas fuentes sindicales lamentan que no se ha permitido acceder al inmueble a los delegados de prevención, "tal y como ya ocurrió en Guillem de Castro". Según subrayan, la normativa en materia laboral los habilita a acceder a las instalaciones para conocer lo ocurrido. En el lugar, por contra, sí se han presentado los bomberos y la policía, que ha levantado el preceptivo atestado.
El desplome en este edificio de alquiler se suma a dos previos que se produjeron en 2016 en la sede central de Guillem de Castro, que sí es propiedad del Estado y se encuentra cerrada desde entonces. Aquel derrumbe, por el que la Agencia Tributaria mantiene con algunos sindicatos un tenso tira y afloja para esclarecer lo ocurrido, evidenció las carencias de su distribución inmobiliaria en Valencia, donde paga numerosos alquileres repartidos por toda la ciudad.
Tanto es así que Hacienda rescató el proyecto paralizado por la crisis para la creación de una nueva sede en la capital valenciana, en la que prevé concentrar servicios aglutinar a a alrededor de mil trabajadores. Este último suceso ahonda en la necesidad de las nuevas dependencias, proyectadas junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias.