Comunidad Valenciana

De días de oro a semana negra: el coronavirus arruina el negocio de las Fallas

  • Valencia luce irreconocible durante su tradicional apogeo turístico
Falla municipal, a la que el artista colocó una mascarilla tras la cancelación de la fiesta. GUILLERMO LUCAS
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Madrid concentra el mayor número de casos en España, y son varias las autonomías donde el Covid-19 presenta una incidencia superior a la de la valenciana. Pero si en un lugar del país ha hecho diana el coronavirus -en lo que respecta al perjuicio económico que la expansión de la pandemia conlleva- éste es, sin duda, la ciudad de Valencia. La capital del Turia, como tantas otras del país, se vio este fin de semana sumida en un ambiente fantasmagórico, en su caso con el agravante de que esperaba estos días 14 y 15 de marzo el punto álgido de su afluencia turística por la celebración de las Fallas.

El sábado a las 00 horas entró en vigor el cierre de bares, restaurantes y demás locales de ocio decretado por la Generalitat Valenciana, unos establecimientos que aguardaban a los turistas con sus almacenes repletos de género. El golpe también fue terrible para los hoteles y demás alojamientos turísticos. El que iba a convertirse en su mejor fin de semana del año, resultó un hito histórico pero por un motivo bien distinto: la declaración del Estado de Alarma por parte del Gobierno de España por un periodo de, al menos, 15 días.

Las pérdidas son incalculables, si bien el presidente valenciano, Ximo Puig (PSOE) se atrevió con una cifra la semana pasada: 700 millones entre el golpe sufrido por las Fallas, la Magdalena de Castellón y las localidades turísticas afectadas por la suspensión de los viajes del Imserso. Está por ver cuánto se aproxima el dato al impacto real de un escenario -el de la suspensión de la fiesta grande de Valencia- cuyo último precedente se remonta a la Guerra Civil española.

Con el objetivo de minimizar las pérdidas, y también para restaurar el "golpe anímico" a los valencianos, las administraciones públicas aspiran a que no sea una cancelación, sino un aplazamiento. Tanto es así que no pasaron ni 24 horas entre la decisión de suspenderlas y el anuncio de la nueva fecha para celebrarlas: entre el 15 y el 19 de julio -si el coronavirus lo permite-. Fallas en verano, propone el Ayuntamiento de Valencia que lidera Joan Ribó (Compromís).

El escenario idílico sería recuperar en esas fechas el negocio perdido este marzo, en particular el que se genera tradicionalmente entre los días 15 y 19 del de este mes -desde la plantà de los monumentos falleros hasta la cremà de los mismos del día de San José. Nada más lejos de la realidad. Independientemente de cómo resulte el experimento -si es que el virus lo permite y llega a materializarse- las pérdidas se están produciendo ya, cuatro meses antes de las fechas en las que se intentará poner el parche.

Las comisiones falleras se han quedado sin la fuente de ingresos con la que afrontan gastos en pirotecnia, música, floristería, montaje de carpas, el propio monumento fallero... todos ellos gremios específicos muy afectados por el aplazamiento, como también lo están los indumentaristas. Ni que decir tiene que el golpe también es durísimo para los puestos de comida y comercio ambulante, que ya habían acudido a la ciudad para hacer su particular agosto.

Además, hay multitud de gastos añadidos. Por ejemplo, el de desmontar las fallas que ya habían comenzado a levantarse, en particular las de Sección Especial -la mayor categoría y, en consecuencia, la de los monumentos más grandes-. Como es sabido, las fallas se queman, de modo que no acarrean gastos de desmontaje. Pero en esta ocasión esto sí es un problema, hasta el punto que Generalitat y Ayuntamiento se han comprometido a afrontar el coste y la administración autonómica a puesto a disposición del gremio el espacio disponible en Feria Valencia para su almacenaje.

Medidas anunciadas

Además de los anuncios realizados por el Gobierno de España, el presidente valenciano enumeró el pasado jueves un paquete de 16 medidas económicas que aspiran a paliar el impacto de la crisis del coronavirus en la Comunitat. Entre ellas destacaba la creación de "un Fondo de Capital Riesgo del IVF para impulsar el crecimiento de las empresas". "Estará dotado con 200 millones de euros y tendrá como objeto invertir en el capital de em-presas de dimensión mediana y grande, arraigadas en el territorio, y con capacidad de dinamizar la actividad económica", explicó al respecto Ximo Puig.

Además, también a través del Instituto Valenciano de Finanzas, el dirigente anunció que "la línea de crédito para micropymes y autónomos del IVF pasará del 1% al 0% de interés y podrá destinarse a circulante, es decir, a liquidez de las empresas"; o que "la línea de créditos para pymes eliminará los intereses y será al 0% y también se podrá destinar a financiar el circulante".

El presidente valenciano también anunció que el Gobierno autonómico "subvencionará a las empresas que puedan ver afectada su actividad industrial por casos de coronavirus para evitar que se paralice su producción".

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