
Airbus trabaja para que la imagen de las decenas de coches surcando los cielos del Hill Valley de 2015 en la secuela de Regreso al Futuro sea más que una realidad en los próximos 15 años. Pero una realidad superada por las nuevas tecnologías, la eficiencia y los nuevos modelos de movilidad que apuestan por los vehículos compartidos. Y es que, el fabricante, que lleva años trabajando en el desarrollo de los drones gigantes (proyecto Vahama) para transportar personas, se ha puesto como objetivo que el servicio esté listo en menos de dos décadas y que pueda ser accesible a todo el mundo.
"En los próximos 15 años este servicio será una realidad y a partir de 2025-2026 ya se verán fuertes desarrollos de los programas. La idea es que sea un programa accesible para todo el mundo. Airbus quiere democratizar viajar de forma vertical", ha asegurado Eduardo Domínguez-Puertas, jefe de Urban Air Mobility, durante las jornadas de innovación que Airbus ha organizado en Toulouse. El programa que desarrollan implica prestar el servicio global, desde la preparación de las instalaciones, el desarrollo de la app para solicitar el servicio, la operación de los mismos y, por extensión, la prestación del mismo, hasta el mantenimiento de los drones.
"En los próximos 15 años este servicio será una realidad y a partir de 2025-2026 ya se verán fuertes desarrollos"
Aunque el plan es que estén volando por el mundo en relativamente poco tiempo, en España muy difícil que entre el servicio y de momento tiene sentido introducirlo en mercados en los que ya hay demanda, como Ciudad de México o Sao Paulo. En ambas ciudades, debido al tráfico y a la inseguridad, ciertas clases sociales usan los helicópteros para desplazarse por las ciudades y en varios edificios hay helipuertos, como en la sede del diario mexicano El Universal o en la torre Mapfre, ambos en la Avenida Reforma. En este punto, Airbus ya presta un servicio alquiler de helicópteros en Sao Paulo (Brasil) para viajes cortos de un sitio a otro de la ciudad y la gente ya está empezando a compartir trayectos desde aeropuerto para sortear los atascos. "Estoy convencido de que yo llegaré a volar con mis hijos en un aerotaxi", ha llegado a asegurar Domínguez-Puerta.
La compañía quiere arrancar un servicio de prueba en París, más como iniciativa publicitaria, mientras que en España todavía está todo muy verde. De momento, el fabricante se plantea usar los aerotaxis que está desarrollando para trasladar órganos de un hospital a otro y trabaja para ser un servicio de conexión entre la Península Ibérica y Ceuta y Melilla "más barato y flexible". De todas formas, el servicio, que sería eléctrico, choca de lleno con la Administración Pública. Airbus necesita que las autoridades locales adaptan la normativa y creen un espacio de vuelo intermedio para poder poner en marcha los aparatos y el servicio. En España todavía no se ha movido un papel y se duda mucho que se avance si se mantiene la inestabilidad política.
Aviones híbridos
Paralelamente, mientras que el sector automotriz ya está recorriendo el camino de los coches eléctricos, Airbus ve muy lejos que un avión cien por cien eléctrico pueda cruzar el Atlántico o, directamente, despegar con mucho peso, lo que no está siendo un impedimento para seguir apostando por el desarrollo de tecnologías intermedias más respetuosas con el medio ambiente que les permitan avanzar en los planes de reducción de consumo de fuel. "Los desarrollos tecnológicos están cambiando cada aspecto de nuestro negocio y nosotros queremos crear nuestra nueva generación de aviones", ha asegurado en consejero delegado de Aibus, Guillaume Faury.
En este contexto, Airbus ha firmado un acuerdo con la aerolínea escandinava SAS para desarrollar un avión híbrido y eléctrico. El Memorandum of Understanding contempla la creación de un grupo de trabajo que esté activo entre junio de 2019 y finales de 2020 para estudiar las posibilidad de que el avión sea rentable y cubra las necesidades del sector, cuyo principal reto es reducir las emisiones de CO2 a la mitad en 2050. La idea es basarse en la idea de los aviones pequeños con motores a gas o diésel, dos motores eléctricos y baterías, como el E-FAN X en el que lleva años trabajando.
La colaboración contempla un plan para incluir proveedores de energía renovable para asegurarse de que la operación de los aviones sea genuina cero emisiones. El proyecto busca detectar las oportunidades operacionales y de infraestructura y los retos relacionados con la introducción de los motores híbrido y eléctricos en el largo radio y el modus operandi de las compañías.